INTERNACIONAL
La justicia internacional hace lugar a la demanda de Bolivia para la salida al mar
La situación de Bolivia como un país mediterráneo, tiene un origen forzado producto de las viejas reyertas entre las jóvenes naciones americanas. Tras la guerra del pacifico entre Chile, Bolivia y Perú en 1873, terminaron estos dos últimos perdiendo extensos territorios costeros a manos de Chile, algo que fue ratificado por las intervenciones de la Corono británica.
A pesar de los varios intentos impulsados durante el siglo XX por distender la situación, Chile no ha querido oír ningún tipo de solución propuesta por Bolivia. Con la acostumbrada y auspiciosa ayuda de Londres, Santiago pudo mantener esa posición irreductible que se fue acentuando a lo largo de lo que fue la segunda mitad del siglo pasado, especialmente durante el gobierno militar del Gral. Augusto Pinochet Ugarte, respaldado activamente por Gran Bretaña.
Pero esta situación de sordera y de complicidades entre gobiernos alcahuetes a los centros de poder que gustaban de emular los vicios de sus mentores –como el colonialismo- fue cambiando en forma paulatina en los gobiernos que sucedieron al régimen militar. Con los gobiernos centristas de Alwin y Pratz, no hubieron muchos intentos de tocar el tema de la salida al mar de Bolivia y mantuvieron el asunto en el frízer para que otros en el devenir de los tiempos, se hicieran cargo.
Como contraparte y al mismo tiempo, desde Bolivia los reclamos fueron incesantes y sin distinciones en sus signos políticos. Con el paso del tiempo los bolivianos han ido tomando mayor interés por reclamar la salida al mar, como parte de un derecho histórico que fue arrebatado por una contienda bélica que tras bambalinas manejaba la Inglaterra imperial.
Para el colectivo boliviano se trato de una verdadera usurpación, algo de lo cual no quedan dudas dadas las circunstancias históricas en las que aquella guerra se llevó a cabo y de la participación británica en los negocios mineros que se llevaban en esa región.
Con la llegada del mandatario Evo Morales en 2005, Bolivia comenzó a tomar un camino incondicional por la recuperación de la integralidad cultural y territorial, del cual pudo verse al recuperar de las manos de REPSOL (España) la explotación de los hidrocarburos (YPFB) entre otras medidas estaduales.
El tema de la reivindicación por la salida al mar, fue tomada por Morales como uno de los temas capitales de Bolivia a los cuales no hay posibilidad de renunciar.
A comienzos del 2013 el gobierno de Morales realizó una presentación formal ante la Corte de la Haya, lo que desde Santiago de Chile trato de minimizarse argumentando incluso, que la instancia no sería competente para atender a los reclamos soberanos de La Paz.
Para Chile, la contienda no existía dado que –según Santiago- el tema había sido zanjado con el tratado firmado en 1904 bajo los “auspicios” de la entonces reina británica. En este mismo cuerpo se acordaba la salida de las cargas marítimas bolivianas por puertos que Chile debía proporcionar, algo que no sucedió. Ante el reclamo interpuesto por Bolivia, Chile pidió formalmente la desestimación que había estado bajo estudio pero que terminó siendo denegado por el alto tribunal.
Los fundamentos de lo resuelto por 14 votos contra 2, no solo reconoce los derechos de Bolivia a solicitar una salida soberana al mar sino que, tras el rechazo de la desestimación chilena en base a un acuerdo que no aborda el planteo boliviano, la Corte Internacional de Justicia pasará a estudiar el fondo de la cuestión según informó el presidente del órgano internacional a los medios internacionales.
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