Silvia Barrera: “Río Gallegos fue la ciudad que me dio abrigo”
Así lo dijo en el programa “La Sobremesa” que se emite por Tiempo FM 97.5 la veterana de gesta de Malvinas, Silvia Barrera. Fue literal. Por esta ciudad pasó para recibir la ropa que le permitiría combatir los intensos fríos de la zona. Ella es instrumentadora quirúrgica y personal civil del Ejército Argentino. En 1982 fue voluntariamente a la guerra para ayudar a los soldados heridos. 41 años después vuelve a esta capital, donde su paisaje y sus aromas le recuerdan a lo vivido en las islas.
Veterana de gesta de Malvinas, Silvia Barrera.
Desde este jueves se encuentra en la ciudad de Río Gallegos la veterana de guerra de Malvinas Silvia Barrera. Ella, junto a otras 15 mujeres estuvieron en el conflicto de Malvinas, donde a pesar de los temores y los peligros, ofrecieron su trabajo, esfuerzo y dedicación para atender a los soldados argentinos heridos.
Silvia es instrumentadora quirúrgica y voluntariamente decidió ser parte del equipo sanitario que se movilizó hasta el Atlántico Sur en medio de una guerra en la que se defendía la soberanía argentina sobre las islas.
Volvió a Río Gallegos después de 41 años, donde fue recibida por los integrantes del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas José Honorio Ortega. Allí se encontró con los ex combatientes y sus familias, con quienes ha tenido contacto durante años a través de redes sociales, pero que finalmente ahora conoce personalmente. Así lo contó este viernes en el programa La Sobremesa, que se emite por Tiempo FM 97.5.
“Yo fui personal civil del Ejército y en 1982, junto a cinco compañeras más nos ofrecimos para ir como voluntarias a la guerra de Malvinas. Integramos el plantel de salud junto a otras 10 mujeres pertenecientes a otras fuerzas armadas. Esa labor hizo que seamos veteranas de guerra del Ejército”, narró.
Señaló que “fue un honor haber participado de la Gesta”, dijo, destacando además que “fue la primera vez en la historia que la sanidad militar se despliega hacia un conflicto. Formar parte de ese grupo, para nosotros fue un orgullo, a pesar de lo doloroso que fue participar y ver el sufrimiento de nuestros hombres”.
Silvia tenía apenas 23 años y, la más grande de este equipo de mujeres, 33. Dijo que se ofreció voluntariamente a participar porque cuatro de las seis, provenían de familia militar: “estaba muy arraigado en nuestro ser, ese amor por la patria y defender nuestra casa era un honor. Lo pudimos hacer por nuestra profesión, siendo personal civil del Ejército, trabajando en el Hospital Militar Central fue la oportunidad”, indicó.
Sobre su visita a Río Gallegos, sostuvo que “ha sido muy emocionante. Estoy asombrada del crecimiento que ha tenido la ciudad. Cuando vivimos en 1982, fue nuestra primera parada, donde nos dieron la ropa de invierno. Fue un 8 de junio, cuando llegamos solo traíamos ropa de verano”, recordó.
Esta ciudad fue su último destino en el continente antes de embarcarse en el buque hospital “Comandante irizar” hasta el fin de la guerra.
La VGM ha podido recorrer en estas horas la ciudad capital. “Tenía pocos recuerdos del pueblo porque fue muy rápido nuestro paso; pero, por el contrario, me genera grandes emociones porque fue el lugar donde nos abrigaron”.
Dijo que el clima patagónico la traslada a lo que fueron sus días en la isla. “En el muelle, me saqué una foto en el cartel de Río Gallegos para llevarme un recuerdo de esta visita. Miraba la ría, y ese olor a mar y viento solo los he sentido en Río Grande, acá y en Malvinas. Emociona pensar cuán cerca estamos de las Islas”.
Resaltó como “toda la Patagonia acompañó a los soldados y vivió en primera persona los momentos de la guerra. Su gente es la que se preparó porque podía haber un ataque. Eso pasó en casi todas las ciudades costeras como Puerto Madryn, Comodoro, San Julián, Río Gallegos, Río Grande. La gente lo vivió de una manera distinta que el resto del país”.
Para cerrar, valoró como “ese sentimiento por las Malvinas es muy fuerte en Río Gallegos. Conocer personalmente a los veteranos, a sus esposas y familiares fue una situación muy emotiva, poder hablar de las cosas que tenemos en común me hace muy bien”, concluyó.
