lunes, 25 de mayo de 2020

EL 210º ANIVERSARIO DE NUESTRA PATRIA


"El camino que se extiende delante nuestro debe encontrarnos juntos"





Al encabezar la ceremonia oficial por el 210º aniversario de la Revolución de Mayo, el intendente Héctor Gay sostuvo que “este 25 de mayo no es uno más. La pandemia mundial y su incierto desenlace nos ha obligado a modificar nuestras acciones, nuestros hábitos y hasta nuestros objetivos en algunos casos, al menos en el corto y mediano plazo, lo que de ninguna manera significa dejar de mirar lo que representa aquella gesta de hace mas de dos siglos”.

“La independencia que vendría después no se logró de un día para otro, fueron años y años en los que miles de personas pelearon con valentía y compromiso, y con la convicción de que podían construir una sociedad libre y justa. La principal lección que perdura a través del tiempo es que cuando trabajamos unidos podemos lograr lo que nos proponemos. Ese espíritu de unión vive en nosotros, y va a continuar en nuestros hijos y en la historia que nos va a sobrevenir. Y ese concepto hay que mantenerlo vivo en este tiempo difícil que nos toca protagonizar”, agregó.



Consideró que “hoy no tenemos enemigos externos, pero sí muchos problemas para resolver y es muy posible que esta pandemia los agudice, como la pobreza y la desigualdad social, y este será el gran desafío. No habrá espacio para rivalidades o competencias desubicadas. Podemos discutir nuestras ideas y defender nuestras opiniones pero el camino que se extiende delante nuestro tiene que encontrarnos juntos”.

“Vienen tiempos difíciles, pero las divisiones, desigualdades e injusticias que anidan en nuestra sociedad requieren para su erradicación de un nivel de consenso que solo es posible a través del diálogo, la tolerancia y la solidaridad”, concluyó.

El acto tuvo lugar en el jardín de las Américas del Parque de Mayo y contó con la presencia de referentes de distintos ámbitos: 

Gisela Ghigliani en representación del Concejo Deliberante; 

El segundo comandante Etchebest de la X Brigada Mecanizada; 

Por el Comando de Adiestramiento y Alistamiento el capitán de Navío Tarapow;
 
Alejandro Meringer por Veteranos de la Guerra de Malvinas;

 Funcionarios municipales y la médica Marlene Bustelo, quien fue invitada a participar en reconocimiento a todos los profesionales de la salud que asumen diariamente su tarea con vocación y compromiso.

sábado, 9 de mayo de 2020

UN TRIPULANTE DEL PORTAAVIONES INVENCIBLE CUENTA SU HISTORIA

Un tripulante del portaaviones Invencible cuenta que este fue atacado por nuestros pilotos. Una prueba más de lo que Gran Bretaña intenta ocultar, porque le da vergüenza admitir que su poderosa nave insignia fue alcanzada por nuestros Halcones, más allá de los daños, muchos o pocos, que le hayan podido infligir.
Richard Farrand, ingeniero naval a bordo del portaaviones de presuntuoso nombre, testimonia: 

“Recuerdo como cierta vez me tiré al suelo en la cubierta bajo el ataque y uno podía sentir como el frente del Invencible se hundía violentamente, mientras salían sus misiles Sea Dart. Teníamos con nosotros a algunos muchachos del SAS y ellos decían que no harían nuestro trabajo por nada del mundo porque, si pasaba algo, nosotros estabamos atrapados en una lata”.

Algo igual relató hace unos años el principe Andrés, quien tambien iba a bordo del portaaviones.

(Gracias Leandro Irigoyen, por acercarme esta nota del Daily Mail de hoy, viernes 8 de mayo)


El ex marinero de la Royal Navy se reúne con el sombrero que perdió durante las salvajes celebraciones de regreso al hogar en el HMS Invincible al final de la Guerra de Malvinas hace 38 años.
Richard Farrand estaba demasiado ocupado celebrando para notar que su sombrero había desaparecido
Un comerciante de artefactos militares lo devolvió a Farrand después de ver su nombre adentro
Farrand sirvió 14 años en la marina y se unió a la policía.

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Un marinero que sirvió en la Guerra de las Malvinas se reunió con su sombrero, casi 40 años después de su desaparición.
Richard Farrand estaba demasiado ocupado celebrando, cuando el HMS Invincible navegó a Portsmouth al final de la guerra, para darse cuenta de que había desaparecido.
Luego, un ingeniero líder de 23 años a bordo del famoso portaaviones, renunció a la pieza vital de su uniforme naval como perdido para siempre en medio del alivio de regresar a casa después de 166 días en el mar.
Ahora, casi 40 años después, Farrand, de 60 años, se ha reunido con su sombrero después de que llegó a manos de un comerciante de artefactos militares, que rastreó al antiguo marinero después de ver su nombre en el interior del sombrero.


El comerciante había encontrado al Sr. Farrand, padre de dos hijos, en Linkedin y había enviado una nota a la compañía para la que trabaja.
¡No tengo idea de cómo lo perdí! él dijo. "Simplemente desapareció cuando navegamos de regreso al puerto y nunca más pensé en eso".
Para ser sincero, todos tomamos unas cervezas en el camino de regreso '', dijo. Habíamos estado ahorrando nuestras raciones, tres latas al día, hasta que llegamos a casa.
Ya sabes cómo son los marineros. Todo pasó en un poco de bruma y en algún punto del camino desapareció el sombrero.

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Richard Farrand retratado poco después de unirse a la Royal Navy. Su tiempo en el mar abarcó el conflicto de 1982 entre Gran Bretaña y Argentina sobre las Islas Malvinas


Farrand, de 60 años, ahora buzo comercial, se ha reunido con su sombrero después de que llegó a manos de un comerciante de artefactos militares, que rastreó al antiguo marinero después de ver su nombre en el interior del sombrero.
No obstante lo peor por haberse perdido durante casi cuatro décadas, el recuerdo de sus 14 años en la Royal Navy ahora vuelve a ocupar un lugar de honor en la casa de 60 años en Marsden, West Yorkshire.
El vendedor, llamado Jon, escribió: 'Richard. Perdóname por contactarte de la nada. Trato de antigüedades deportivas y militares y puedo tener una gorra de Invincible que podría haber sido tuya.
'Adjunto hay una foto. En el interior está marcado "LMEM (M) Farrand". Si fuera suyo, me encantaría volver a unirlos a los dos si lo desean.
'Sé cómo se pueden extraviar con el paso de los años. No habría ningún cargo. Saludos cordiales, Jon.
El Sr. Farrand dijo: 'Estaba completamente boquiabierto. No podía creer lo generoso que era. Ha restaurado mi fe en la humanidad. ¡Qué gesto!

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Para conmemorar el 35 aniversario del regreso del HMS Invincible a Portsmouth después de que el fotógrafo aficionado del conflicto de las Malvinas, Chris Bonass, haya publicado esta imagen nunca antes vista del regreso a casa
Se unió a la marina en 1976 después de dejar la escuela. Tuvo un roce con la muerte cuando su barco, el dragaminas HMS Fittleton, colisionó con HMS Mermaid y se hundió en el Canal de la Mancha.
Fue rescatado, pero 12 de la tripulación perdieron la vida en el peor desastre de la Reserva Naval Real en tiempos de paz.
Recordando su tiempo en las entrañas de Invincible en el Atlántico Sur como un destacado mecánico ingeniero marino, Farrand dijo que nunca olvidaría la constante amenaza de ataque de los aviones argentinos.


Richard Farrand a bordo del HMS Invincible de servicio en el Atlántico Sur. Estaba demasiado ocupado celebrando, cuando el HMS Invincible navegó a Portsmouth al final de la guerra, como para darse cuenta de que su sombrero había desaparecido.
"Recuerdo que una vez golpeé la cubierta bajo un ataque y podías sentir el frente de Invencible hundirse violentamente cuando sus misiles Sea Dart se dispararon", dijo.
"Teníamos algunos muchachos SAS a bordo y dijeron que no harían nuestro trabajo por nada porque estábamos atrapados dentro de una lata si algo sucedía".
Su tiempo en el mar abarcó el conflicto de 1982 entre Gran Bretaña y Argentina por las Islas Malvinas.

Farrand regresó a Portsmouth tras el final de la Guerra de las Malvinas.
Junto con el buque gemelo HMS Hermes, el gigantesco buque de guerra de 19,500 toneladas, HMS Invincible, y su flota de jets de salto Sea Harrier jugaron un papel clave en el conflicto de 1982 cuando las fuerzas británicas recuperaron las Malvinas de los invasores argentinos.
Cuando regresó a Portsmouth en septiembre, decenas de miles de simpatizantes que agitaban banderas ondeaban frente al mar en Portsmouth para darle la bienvenida a su hogar.

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Cuando su tripulación se puso de pie en la cubierta de vuelo, fue acompañada al puerto por una flotilla de pequeñas embarcaciones adornadas con un empavesado rojo, blanco y azul.

Farrand sirvió un total de 14 años en la marina y se unió a la fuerza policial, donde sirvió durante 25 años, antes de convertirse en un buzo comercial.
Regresó a las Malvinas el año pasado para recordar a los 255 militares británicos que perdieron la vida.

Por su parte, Invincible más tarde vio el servicio en los Balcanes antes de ser dado de baja en 2005 y vendido como chatarra en 2011.
"Estoy muy contento de tener el sombrero de vuelta, aunque tengo que admitir que parece haber tenido algunas aventuras desde que fue lanzado a la deriva", dijo Farrand.

sábado, 2 de mayo de 2020

A 38 AÑOS DEL HUNDIMIENTO DEL BELGRANO, LA ARMADA HOMENAJEA A SUS TRIPULANTES.






A través de un emotivo video, la Armada Argentina y el Ministerio de Defensa homenajearon esta noche a los 1093 tripulantes del crucero General Belgrano en el 38° aniversario de su hundimiento.

Pocos minutos después de las 0 horas, el perfil oficial de la Armada publicó en las redes sociales el video, que llama a recordar "con honor y gloria" a las víctimas del ataque, a sus familiares y a los sobrevivientes.

"Aquel 2 de mayo marcó nuestros destinos y marcó también nuestra almas. Ya no volvimos a ser los mismos, nuestros corazones lastimados trataron de animar a quienes nos rodeaban, y todos, hasta el día de hoy,tratamos de animarnos unos a otros con un recuerdo, una palabra o una sonrisa", dice una voz en off mientras de fondo se ven imágenes del barco y de sus héroes.


"Pero aquella pena se hizo dueña y todos aprendimos a vivir con el Belgrano, honrando a sus héroes, acompañando a sus deudos, enseñando a nuestros hijos la historia que no conocieron, y por sobre todo, no olvidando jamás la hazaña que el viejo coloso había emprendido", continúa.

"Mientras uno de nosotros recuerde aquellas horas y perdure su vivencia, el Belgrano seguirá custodiando nuestras gélidas aguas y será eternamente la tumba de nuestros héroes", finaliza el mensaje.




El crucero ARA General Belgrano fue atacado por el submarino nuclear inglés HMS "Conqueror" en momentos en que navegaba a 35 millas al sur de la zona de exclusión determinada por Gran Bretaña alrededor de las Islas Malvinas.

De los 1.093 tripulantes que tenía a bordo, murieron 323, casi la mitad deltotal de muertos argentinos en la guerra; y unos 770 lograron sobrevivir en balsas inflables, pero debieron esperar varios días en el mar, con temperaturas bajo cero, para ser rescatados.

El crucero ARA General Belgrano había zarpado el 16 de abril de 1982 desde la Base Naval de Puerto Belgrano rumbo al Atlántico Sur, con la misión de atacar a los buques ingleses que arribaban a las Islas Malvinas y el hundimiento se produjo unas 240 millas náuticas al sureste de Ushuaia, Tierra del Fuego

viernes, 1 de mayo de 2020

LA ENFERMERA DE GUERRA DE MALVINAS SE PONE AL HOMBRE LA LUCHA A LOS MAS VULNERABLE.


La enfermera de la guerra de Malvinas que cuida adultos mayores en tiempos de coronavirusAlicia Reynoso es una enfermera que, durante 1982 desempeñó su labor como personal civil de la Fuerza Aérea en el hospital móvil en Comodoro Rivadavia. Treinta y ocho años después, y a punto de jubilarse, le pone el cuerpo a otra lucha asistiendo a los más vulnerables al COVID-19







Parte del grupo de enfermeras que trabajó en el hospital móvil en Comodoro Rivadavia. Reynoso es la cuarta desde la izquierda.


Alicia Reynoso tiene 65 años y en julio espera jubilarse. Es enfermera y en la guerra del Atlántico Sur de 1982 se desempeñó en el hospital de campaña de Comodoro Rivadavia como personal civil de la Fuerza Aérea. Hoy está abocada a otra lucha: se ocupa de cuidar adultos mayores en momentos en que la pandemia del coronavirus obliga a doblegar los cuidados.


La guerra desde Comodoro Rivadavia


Recuerda como si fuera ayer cuando llegó un capitán de la Fuerza Aérea, con las piernas destrozadas a raíz de una bomba inglesa.


“El hombre no paraba de hablar, tenía un estado de excitación muy grande. Había que prepararlo porque lo iban a trasladar a Buenos Aires. Nos pusimos a rezar y en un momento me pidió un cigarrillo. Sentí que serviría para tranquilizarlo. Fue cuando apareció el director del hospital y, menos linda me dijo de todo. No pude hablar, solo se me caían las lágrimas”.



Las 14 enfermeras que entonces fueron embarcadas, que tenían entre 22 y 25 años, en un principio tenían como destino final las islas pero quedaron cumpliendo funciones en el hospital militar en Comodoro Rivadavia, que se había dispuesto cerca del hangar de YPF.


Había sido adquirido en Estados Unidos en 1980 y estaba preparado para una primera atención de pacientes traumatizados y quemados, para ser inmediatamente derivados a centros de mayor complejidad.


En ese hospital trabajaba Reynoso cuando se desarrolló la guerra. De madrugada venían los vuelos con los heridos, donde atendía las urgencias y luego se los derivaba.


Madres, primas, hermanas


“Los soldados se asombraban cuando veían a una mujer con uniforme verde oliva. Para ellos fuimos madres, amigas, primas, hermanas. Ayudamos a contenerlos. Muchos, cuando se sentían mejor, querían volver a las islas para acompañar al compañero que había quedado en la trinchera. Eran leones de 18, 19 años”, recuerda.


Junto a sus compañeras solían llamar a las familias de los heridos para tranquilizarlas y decirles que sus seres queridos estaban bien. "En esas situaciones, se aprende a curar no solo las heridas del cuerpo, sino también las del alma”, agrega.


Alicia Reynoso había ingresado a la Fuerza Aérea en 1980, en el marco de un programa de prueba piloto de incorporación de mujeres. En 1982 tenía el grado de Cabo Principal.




Alicia Reynoso en Comodoro Rivadavia


En una de esas madrugadas en la que esperaban un vuelo, preparó como de costumbre un mate cocido para darles a los heridos. “¿Y si en lugar de mate cocido les damos una sopa?”, propusieron las enfermeras. Cuando los heridos llegaban, se les quitaba la ropa de combate, se los higienizaba y se les colocaba un camisolín descartable. “A partir de esa madrugada les dábamos sopa, y en la cuchara atábamos una pequeña cinta con los colores celeste y blanco. Era el mínimo homenaje que les podíamos hacer a los soldados que habían combatido”, explicó.


Con los años, brindando una charla en Rosario, a Reynoso se le acercó un hombre que le dijo: “Señora, yo tengo el camisolín que usted me puso”.


Luego de la guerra, la enviaron a Córdoba. Estudió en el Escuadrón de Cursos Especiales que funcionaba en la Escuela de Aviación. Obtuvo el grado de alférez.


En 1986 se casó, pero como lo hizo con un subalterno, debió renunciar a su grado. La reincorporarían como personal civil. Actualmente está separada, tiene dos hijas y dos nietos.


En 2004 y 2007 participó de dos misiones de los Cascos Azules en Haití, en el mismo hospital de campaña que se había armado durante la guerra de Malvinas, el que a lo largo de los años participaría en diversas misiones internacionales de paz.




Alicia Reynoso, toda una vida dedicada a la enfermería.


Luego de 37 años regresó a Comodoro Rivadavia, al lugar donde estaba emplazado el hospital y, con sorpresa, hallaron una de las estufas que entonces utilizaban. “Estaba tal cual como en 1982”, contó.


Actualmente, trabaja en la II Brigada Aérea de Paraná y participa activamente de la campaña de vacunación antigripal a adultos mayores en la aldea Grapschental, un pequeño poblado fundado en 1886 por alemanes del Volga en la provincia de Entre Ríos. Allí viven entre 30 y 40 familias, con muchas personas mayores que, en tiempos de la pandemia, requieren un cuidado especial por ser pacientes de riesgo. Esa es la nueva misión de Alicia.


Cuando llegan remesas de vacunas enviadas desde Buenos Aires, ella viaja desde Paraná hacia la aldea. En estos tiempos de cuarentena, vive con sus nietos. “Yo siento que tengo que poner el cuerpo en esta nueva lucha. Si no nos mató la guerra, no nos va a matar este bicho de porquería”, dice.


Alicia nunca supo más nada del capitán que había llegado al hospital de Comodoro Rivadavia con las piernas destrozadas. Hasta que una mañana de 2009, al bajar de su auto frente al edificio Cóndor, se encontraron cara a cara. El llamó a su familia, que vivía cerca. “Ella es la mujer que me asistió cuando fui herido y de la que tanto les hablé”, dijo emocionado. No hubo más que decir, solo se abrazaron.


“Ya volverá el tiempo de los abrazos”, reflexiona hoy la enfermera. Y vuelve a emocionarse.

ROSSI PIDIÓ A LAS NUEVAS GENERACIONES REIVINDICAR A LOS VETERANOS DE MALVINAS



Rossi pidió a las nuevas generaciones reivindicar el “coraje y soberanía” de los veteranos

Desde la Base Aérea Militar de Río Gallegos, el ministro de Defensa de la Nación recordó que "Malvinas es una causa permanente para el conjunto de pueblo argentino", reparó en que "ya no nos quedan veteranos" de la guerra y pidió "a las nuevas generaciones tienen la obligación de transmitir con mayor intensidad todo lo que se jugó en Malvinas".




"Malvinas es una causa permanente para el conjunto de pueblo argentino", comenzó diciendo el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, al encabezar el acto a 38 años del Bautismo de Fuego, que se realizó en la Base Aérea Militar de Río Gallegos.

"Esa causa tuvo héroes que escribieron las paginas mas gloriosas: el altruismo, la hidalguía el coraje de aquellos que combatieron en las Islas", ponderó el funcionario nacional y recordó "a los que ya no están.

En ese contexto, Rossi enumeró: "Malvinas debe ser la prioridad de la política exterior de nuestro país, Malvinas es muchas cosas, Malvinas es también nuestras Fuerzas Armadas" y allí reparó en "un hecho que vengo pensando desde que asumí como ministro: ya no nos quedan veteranos de Malvinas en actividad".

"Entonces, -siguió- las nuevas generaciones tienen la obligación de transmitir con mayor intensidad todo lo que se jugó en Malvinas. Hay que rescatar el heroísmo, la causa. Allí esta el eje de la reivindicación histórica que tenemos que llevar adelante", destacó.



El rol de las FFAA en pandemia

En otro orden, el ministro de Defensa admitió que "esta pandemia nos ha cambiado la vida. Nos miramos y no nos reconocemos porque estamos cubiertos con barbijos", dijo mientras se dirigía a los presentes. "Pero es cierto que esto ha provocado el mayor despliegue de las Fuerzas Armadas armadas argentinas desde la recuperación de la democracia. Están en todos lados: aire, tierra y mar", ponderó.



Agregó que si bien el actual rol de las FFAA "es una de la misiones secundarias, todos han visto lo necesarios que son para llevarlas adelante".