viernes, 19 de mayo de 2023

FINAL PARA LOS SUPER ETENDARD DE LA ARMADA ARGENTINA

NO LLOREN INGLESES, QUE TENDREMOS OTROS MEJORES




                                            EL TERROR DE LOS INGLESES

La recuperación de capacidades para las Fuerzas Armadas Argentinas suele tener varios escollos a la hora de concretarse, siendo uno de estos ejemplos el de los cazabombarderos Super Etendard de la Armada Argentina. El siempre mentado bajo presupuesto, sumado a los ciclos políticos, terminan en un continuo análisis ad eternum, siempre acompañado de visitas a fábricas, reuniones, y carpetas para la próxima gestión.



En estos últimos días, la cuestión de los Super Etendard / Super Etendard Modernise volvió a tomar relevancia en la agenda pública, con diferentes matices según quien aborde esta temática. Si hay algo que es incuestionable es el valor del sistema SUE como elemento de disuasión, siendo durante más de 30 años un sistema de armas con capacidades únicas en la región, a pesar de que desde finales de la década del ’80 la Armada Argentina dejo de contar con portaviones.



Desde su incorporación en 1981/1982, los SUE no recibieron actualizaciones significativas -análoga situación a los destructores Meko 360, Cobertas Meko 140- mientras que, en la Marine de France, hasta la entrada en servicio de los Rafale M, los SUE fueron modernizados hasta alcanzar el estándar conocido como Super Etendard Modernise.

El interés de la Armada por estos aviones es de larga data, remontándose a la década de 2010, y finalmente, en enero de 2018 se firmo el compromiso final para su adquisición, concretándose en marzo 2018 la compra por 12,5 millones de euros. En materia de tiempos de inspección y puesta a punto, poco puede hacer el interés político, que argumentaba la posibilidad de utilizar a los SEM para cobertura aérea durante la cumbre del G-20 realizada en Buenos aires a finales de dicho año.


Finalmente, en 2019, los aviones llegaron a la Argentina, comenzando un estado de letargo que hasta el día de hoy continua. Los aviones fueron presentados al entonces presidente M. Macri, con su moderno simulador, llegando a realizar pruebas de motores y frenos en la Base Aeronaval Comandante Espora. Sin embargo, las dificultades para alcanzar una solución al problema de los asientos eyectables Martin Baker, subjetos a veto por parte del Reino Unido.


Esta situación, con el cambio de gobierno en diciembre de 2019, motivo a cuestionamientos de parte de las nuevas autoridades. En 2022 se dio a conocer el informe de auditoria realizado por la Sindicatura General de la Nación (Evaluación de la Gestión de Compras mediante Convenios Internacionales), que señaló: La desatención de informes técnicos preliminares de la Armada, de parte de los funcionarios con poder de decisión final sobre la adquisición; El incumplimiento de plazos para la puesta operativa de los aviones, y la inconsistencia de análisis técnicos y financieros previos que determinen etapas y actividades necesarias para poner a las cinco (5) aeronaves en condiciones de vuelo.


Fue así que la Armada inició oportunamente conversaciones con la empresa Task Aeroespace para realizar estudios técnicos para determinar la factibilidad de reemplazo de los componentes afectados, indicando que no se requieren mayores modificaciones en el cockpit.


En estas últimas semanas sucedieron dos hechos que aportan su cuota de color al periplo de los Etendard: el ocultamiento de los aviones (incluso aviones históricos como lo es el SUE 3-A-202 que luce en su fuselaje el hundimiento de los ataques al Destructor HMS “Sheffield”, el buque logístico “Atlantic Conveyor” y el portaviones HMS “Invincible”) durante las jornadas de Puertas Abiertas con motivo del día de la Aviación Naval -llamativo porque estaba expuesto casi la totalidad del material preservado-; y las declaraciones del ministro de defensa Jorge Taiana durante el día de ayer en la ceremonia por el Día de la Armada Argentina.


Durante una rueda de prensa señaló “Los teníamos previsto recuperar que fui a hablar con el ministro de defensa (de Francia), quien me dijo que no se pueden recuperar, por dos razones: por los asientos, que los británicos no cedían, y por una serie de piezas del Super Etendard Modernise que están desprogramados, y por lo tanto ellos, que en principio habían visto la posibilidad de hacer las piezas, dicen que no pueden hacerlos.”

Estas declaraciones parecen dar por terminado el capitulo SUE/SEM en la Argentina, siendo quizás la compra de armamento más polémica -¿e incomprensible?- de los últimos años.

SEGUNDO CONGRESO NACIONAL DE VETERANOS DE MALVINAS EN FLORENCI VARELA





En el cónclave que tuvo lugar en el Centro Héroes de Malvinas, más de treinta entidades de ex combatientes abordaron temas administrativos, legales, de salud, entre otros.El intendente Andrés Watson protagonizó el cierre del encuentro federal que reunió a ex combatientes en el conflicto bélico del Atlántico Sur, desatado en 1982, donde Argentina enfrentó a Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.


“Defendieron nuestra patria. Pusieron en riesgo su vida. Tenemos eterna gratitud para ustedes de todo el pueblo argentino. Un honor recibirlos en el distrito en estas jornadas indispensables donde intercambiar experiencias y generar consensos en acciones conjuntas a futuro”, reflexionó el Jefe Comunal.

Como conclusión de su mensaje para finalizar la reunión realizada en el polideportivo perteneciente al Centro “Héroes de Malvinas”, ubicado sobre la intersección de la calle 25 de Mayo y Castelli, el Alcalde ratificó “el apoyo para mantener vigente el legado de su gesta”.


El responsable en la entidad anfitriona, Carlos Orsini, describió “la importancia de conformar espacios de estas características donde diagramar acciones para obtener respuestas a los distintos inconvenientes que nos afectaron tanto de manera individual como colectiva”.

Durante la fecha, que convocó a representantes en más de treinta instituciones, abordaron temas administrativos y legales: acceso a pensiones, subsidios, obras sociales, programas especiales de asistencia médica, psicológica, farmacológica -entre otras cuestiones- para facilitar las gestiones correspondientes.


Estuvieron presentes el presidente en la Confederación Nacional de Veteranos de Guerra de la República Argentina, Ramón Robles; el titular en la Federación de Veteranos de Guerra de la provincia de Buenos Aires, Roberto Gerpe; el secretario de Gobierno municipal, Daniel Dono Leidi.

domingo, 7 de mayo de 2023

LOS SUBMARINOS BRITANICOS DESPLEGADOS EN EL ATLANTICO SUR 1982

 

El HMS VEl HMS Valiant y HMS Penelope, 7 de julio de 1982, dentro de la Zona de Exclusión.

Por Mariano Sciaroni publicado en Revista de la Escuela de Guerra Naval, Octubre de 2012.

Los submarinos nucleares británicos desplegados en el Atlántico Sur durante el conflicto por las Malvinas recibieron, a fines del mes de mayo, la insólita orden de desplazarse hacia aguas cercanas al continente, a efectos de servir como alerta temprana de incursiones aéreas argentinas.

No resultaba ello una misión habitual para el Royal Navy Submarine Service, teniendo especialmente en cuenta que se pensaba que los conflictos donde la Armada Británica combatiría se desarrollarían en el Atlántico Norte, por lo cual contaría con el apoyo de medios de Estados Unidos y de la Royal Air Force que alertarían a la flota con anticipación suficiente de incursiones aéreas enemigas.

Durante el conflicto del Atlántico Sur, sin embargo, la falta de otras plataformas de alerta temprana hizo que los submarinos nucleares británicos tuvieran que tomar este inusitado papel, no desprovisto de riesgos, al operar tan cercanos al continente y en aguas de escasa profundidad.

Mástiles afuera, observando con el periscopio y registrando emisiones con sus equipos de guerra electrónica, los submarinos afectados emitían alertas a la flota, que contaba entonces con preciosos minutos para mover a sus interceptores hacia el eje de la amenaza, así como para poner en guardia a sus buques. El presente ensayo se introduce en aspectos poco conocidos de esas operaciones, que no solamente poseen valor histórico, sino llevan a reflexionar acerca de la flexibilidad del arma submarina moderna.

El hundimiento del destructor HMS Sheffield por la Aviación Naval, el 4 de mayo de 1982 desnudó, entre otras cosas, la evidente falta de alerta temprana que sufría la Fuerza de Tareas británica en el Atlántico Sur. Distinto hubiera sido de contarse con alguno de los viejos pero efectivos Fairey Gannet AEW.3 (29), pero para ello se hubiera necesitado de un portaaviones con catapultas y cubierta angulada. Y el último de esa dinastía en la Royal Navy, el HMS Ark Royal, había sido dado de baja en 1979.


Un Fairey Gannet AEW del 849 Squadron Fleet Air Arm, en ejercicios en 1988. Este ejemplar, el XL502, fue la última unidad en servicio (U.S. Defense Imagery, foto VIRIN: DF-ST-89-00308)

Los portaaviones ligeros, como el Invincible o el Hermes (los dos navegando en aguas cercanas a Malvinas), se pensaba operarían principalmente como plataformas antisubmarinas, cazando submarinos soviéticos bajo un paraguas antiaéreo de la OTAN.

Pero, en esta guerra, deberían (con su Grupo Aéreo Embarcado), conseguir superioridad aérea, estando la base aérea más cercana (RAF Wideawake, en la Isla Ascensión) a 6.000 km de distancia. Una tarea difícil para los pocos Sea Harrier de los Escuadrones Aeronavales 800 y 801.

Por ello, es que se necesitaba contar con información lo más anticipada posible acerca de la presencia y situación de aviones argentinos. Esos datos permitirían situar a los interceptores frente a los cazabombarderos, amén que daría a los buques suficiente tiempo para alistarse contra el enemigo.

Teniendo en cuenta estas falencias, el Estado Mayor del Almirante Woodward, en el HMS Hermes, comenzó a esbozar un plan para utilizar a los submarinos británicos como piquete adelantado(30). Dichas misiones, sin embargo, estaban supeditadas a que los submarinos no estuvieran empeñados en sus tareas específicas de negación del mar al adversario. Y, en ese 4 de mayo, era justamente lo que estaban haciendo: el HMS Spartan y el HMS Splendid intentando dar con el portaaviones argentino, y el HMS Conqueror operando al sur de las islas, “controlando” de alguna forma la operación de rescate de los náufragos del ARA General Belgrano (al cual había hundido dos días antes) (31).

II

Mientras tanto, la Fuerza de Tareas 317.8 debía contentarse con otros dos remedios (32). El primero, el de adelantar buques piquete radar hacia el eje de la amenaza, algo que el mismo Sheffield demostró resultaba una idea peligrosa. Y que la experiencia de sus gemelos HMS Glasgow (dañado el 12 de mayo) y HMS Coventry (hundido el 25 de mayo) se encargó de corroborar. El segundo de los paliativos lo daban los dos radares de largo alcance operando desde Chile.

Uno de ellos, un Thomson-CSF de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) desde un cerro en las cercanías de Punta Arenas (33) barría, con su alcance de 200 millas, las bases de Río Grande y Río Gallegos. El otro era un radar británico (34), que pertenecía al 1st Air Control Centre de la Royal Air Force (RAF) y que había llegado en secreto a Chile (en un C-130 Hércules de la RAF con insignias de Fuerza “Area” de Chile (35) a principios de mayo, previa firma de un memorando con el mismo General Matthei (Comandante en Jefe de la FACH) (36).Este operaba desde Balmaceda y controlaba el tráfico aéreo de Comodoro Rivadavia. Pero los radares chilenos (o no tan chilenos) no daban una visión precisa de la situación aire, así como estaban sujetos a los problemas técnicos de operar en un clima adverso. (37)


Radar Marconi S259 en Malvinas, año 1983 (John Dell)

Por tanto, el staff de Woodward (el mismo submarinista) siguió insistiendo al Vicealmirante Sir Peter Herbert (al comando de la Fuerza de Tareas 324), acerca de la necesidad de reposicionar a los submarinos para realizar alerta temprana.

III

La operación Sutton (el desembarco anfibio en San Carlos, que se llevó a cabo el 21 de mayo) hizo que los submarinos británicos, a los que ahora debía sumarse el HMS Valiant, se reposicionaran para enfrentar un eventual rompimiento de la Armada Argentina hacia los buques aferrados a la cabeza de playa.

Así, el HMS Splendid se dispuso a patrullar entre Río Grande y Río Gallegos y el HMS Spartan entre Puerto Deseado y Bahía Camarones. Los HMS Conqueror y Valiant servirían de segunda línea de defensa, el primero al norte de Malvinas y el segundo dentro de la primigenia zona de exclusión total, ambos listos para atajar a cualquier buque que proviniera de Puerto Belgrano.

Por alguna razón, los británicos consideraron este movimiento de la FLOMAR como inminente en varias oportunidades, aún cuando, la historia lo dice (por diversas razones), nunca se produjo.

Para fines de ese mes, la cabeza de playa estaba asegurada, por lo que se relajó la vigilancia antibuque de los submarinos de la Royal Navy. Además, los buques de guerra y logísticos habían recibido un gran castigo en el “Callejón de las Bombas”, por parte de la Aviación Naval y de la Fuerza Aérea Argentina (lo que hablaba que el sistema de alerta aérea temprana existente no resultaba del todo satisfactorio). En estas nuevas circunstancias, el plan esbozado a principios de mayo comenzaba a ser factible de realizarse. Y necesaria su implementación. Las fichas nuevamente se movieron en el tablero. Entre el 4 y el 7 de junio (circunstancias particulares mediante) ya se habían reorganizado.

IV

La tarea de alertar, desde un submarino, respecto de movimientos aéreos, no resultaba enteramente novedosa para los submarinos afectados a la operación Corporate. Desde el inicio de la campaña, los submarinos habían reportado acerca de la presencia de aviones a su cuartel en Northwood (en las cercanías de Londres), vía un canal satelital cedido por la U.S. Navy38. Esa información era retransmitida a la flota, pero no se consideraba vital, ni su obtención tarea esencial del submarino.

Sin embargo, el nuevo plan indicaba que ello debía convertirse en su tarea principal: los submarinos operarían frente a las principales bases aéreas argentinas, a una distancia entre las 20 y las 60 millas náuticas(39), y anoticiarían cualquier actividad aérea. El HMS Valiant ocupó la posición frente a la Tierra del Fuego, liberando al HMS Splendid, que abandonaba la zona de guerra por problemas insolucionables en uno de sus Turbo Generadores (que habían comenzado el 5 de mayo). El HMS Spartan tomaba la zona de Comodoro Rivadavia y el HMS Courageous (nuevo arribado), lo hacía con San Julián / Río Gallegos. El HMS Conqueror tuvo una participación secundaria como piquete, pudiendo decirse que recién el 11 de junio tomó estación frente a Puerto Deseado.

Es bueno destacar que ellos no cumplirían la función de piquete radar que alguna vez se pensó para submarinos como el USS Triton (SSRN-586) y su voluminoso sistema AN/SPS-26 de búsqueda aire40. No resultaba una buena idea emitir tan cerca de la costa (41).

Su sigilosa recolección de datos sería a través de observaciones mediante el periscopio, escuchas sonar a aviones en vuelo bajo y por los sistemas de guerra electrónica instalados. En este último caso, el Conqueror, el Courageous y el Valiant poseían un viejo equipo UA442, mientras que el Spartan contaba con el más moderno UAB. A las apuradas, la U.S. Navy había cedido a la fuerza de submarinos británica tres equipos s3000 (o sistema Sandman) (43), pero ninguno de los nucleares en el teatro lo denunciaba como instalado (44).

Los datos obtenidos se enviarían ahora directamente al HMS Hermes, para ser distribuidos en la flota.

V

Al Valiant, por su posición, le cupo la mayor responsabilidad, cual fue la de alertar acerca de los despegues de los Super Etendard y sus Exocet. De alguna forma, este submarino estaba supliendo lo que la frustrada Operación Mikado (la operación de fuerzas especiales para la destrucción de estos aviones y misiles, y muerte de sus pilotos45) no había conseguido: neutralizar el más letal sistema de armas argentino.

A poco de estar en estación, el comandante del submarino tomó nota que las operaciones ofensivas argentinas eran solamente diurnas (aún cuando había patrullajes aéreos las 24 horas), por lo que tomó la decisión de adelantar al submarino hasta 20 millas o menos de la costa durante el día y replegarse por la noche, a los fines de dar algún descanso a su tripulación46. Tom Le Marchand, su comandante, tuvo de alguna forma suerte que su segundo fuera Nick Jones, un australiano en servicio en la Royal Navy que estaba calificado para conducir una unidad submarina. Ello le posibilitó operar a eficiencia plena las 24 horas 47.

Teniendo en cuenta que se estimaba que un avión partiendo de Río Grande estaría en alrededor de 30 / 40 minutos sobre su blanco en Malvinas, se optimizó el enlace del satélite, considerándose que en un tiempo entre 2 y 5 minutos de obtenida, la información estaba siendo enviada al HMS Hermes. Dichos datos eran el número y tipo de aeronaves, rumbo, altura y eventualmente velocidad si la detección era visual y limitada a número y tipo si correspondía a una detección electrónica. Ello motivaría, a unas 400 millas de allí, un “ATAQUE AEREO – ALERTA AMARILLA”, por “enemigos en el aire”. En el período desde el 7 al 14 de junio (con misión exclusiva frente a Río Grande), el HMS Valiant envió doscientas de estas alertas.

Sin embargo, su mensaje más importante no fue recibido. En efecto, el 8, alertó acerca del despegue de tres aviones del tipo Mirage con rumbo hacia Malvinas, pero la información no llegó en tiempo oportuno48 a los buques, ni en Bahía Agradable ni en San Carlos. Finalmente, fueron estos los aviones Dagger que atacaron a la HMS Plymouth y que, de alguna forma, distrajeron a la Patrulla Aérea de Combate británica, lo cual permitió el desastre de Bahía Agradable por parte de los A-4B Skyhawks del Grupo 5 de Caza49.

Para peor, ese día 8 el radar de Punta Arenas se encontraba fuera de servicio50. La alerta temprana no había funcionado y se produjo, entonces, lo que se conoció como el “día más negro de la flota”. Quizá las fallas del sistema de alerta ese día den una magnitud de la multiplicación de fuerzas que el mismo otorgaba a la Royal Navy.

aguas costeras, estaba en su límite: cerca de una base aérea con dos docenas de aeronaves testeando sus sistemas antes del lanzamiento se convertía en inútil. Servía para saber que algo estaba en vuelo, pero hasta que no lo veíamos su clasificación era un acertijo”. Powis era el oficial a cargo de la navegación del HMS Conqueror.

VI

Si bien la historia del HMS Valiant es la más rica en contactos y reportes de aeronaves (en toda su patrulla fueron 338), los demás submarinos realizaron tareas similares. Así, el HMS Spartan (Commander James Taylor), por ejemplo, reportó, entre otros, (el 1º de junio) la presencia de un radar AN/APS-59 (clasificado correctamente como de un C-130 Hércules argentino) y, tomando la alerta la fragata HMS Minerva, vectoreó a un Sea Harrier al contacto, que terminó siendo abatido (vuelo “TIZA” – con pérdida de todos sus tripulantes)

Lo mismo puede decirse respecto el Courageous (Commander Rupert Best) y al Conqueror (Commander Christopher Wreford-Brown) , aún cuando este último combinó (como se dijo) las tareas de piquete con las de antisuperficie en el Golfo San Matías y Bahía Camarones.


HMS Conqueror al frente, y detrás HMS Antrim y HMS Plymouth, cerca de Georgias del Sur, el 26 de abril de 1982.

En principio, puede indicarse que ninguno de los submarinos asume que fue detectado, ni por embarcaciones ni por vía aérea. Sin embargo, podría presumirse que el HMS Courageous fue el contacto avistado el 4 de junio por el EMB-111 Bandeirante Patrulha (2-P-202), al comando del TN Fortini, 50 millas náuticas al 090º de Río Gallegos, no pudiendo ser el mismo atacado por carecer la aeronave de armamento (51).

Sin perjuicio de que no se esperaba encontrar ningún submarino tan cerca de la costa, todos los vuelos de aviones S-2E Tracker de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, por orden de su comandante, salían con un torpedo Mk.44 en la bahía de bombas. Pero nunca pudieron ser utilizados.

Paradójicamente, algunos submarinos fueron “bombardeados” por aviones de la Fuerza Aérea o de la Aviación Naval, que descargaban sus bombas luego de misiones abortadas y para evitar aterrizar con tal mortífera carga. Así las cosas, el HMS Valiant fue “atacado” (52) por aviones que regresaban a San Julián (aún cuando es bueno indicar

51 Esto es una verdad a medias, ya que intentó el comandante atacar a los apéndices “con la rueda del tren principal izquierdo y posiblemente con la hélice incluida, porque el parante del tren principal es muy corto en este avión” (Ver Fortini, Enrique. “Aviones Brasileros en el Conflicto del Atlántico Sur”. En Boletín del Centro Naval nº 832, enero / abril de 2012; pp. 65-80). El contacto se perdió poco antes de lograr concretarse esta inusitada maniobra.

(52) Hubo cinco explosiones, la última lo suficientemente cercana como para, según su comandante, “sacudir al submarino (y a su tripulación) en forma considerable”(del Report of

que esto sucedió el 23 de mayo, cuando el submarino no estaba afectado a tareas de piquete) y el Spartan el 28 del mismo mes (en este caso las bombas no cayeron tan próximas), en la latitud de Comodoro Rivadavia(53).

No hay constancias que estos bombardeos fortuitos causaran ningún daño, aún cuando los submarinos declararon constantes problemas en los equipos MAE (que podrían haberse generado por su uso forzado) y, principalmente en el HMS Valiant y HMS Conqueror, daños en su arreglo sonar remolcado, que resultaba provocado por tener que transitar a escasa velocidad (menos de cuatro nudos) y en aguas someras, haciendo que el mismo impactara repetidas veces contra el fondo.

A todo evento, es interesante anotar que los más modernos clase Swiftsure en el teatro fueron los que más problemas tuvieron, habiéndose ya dicho que el Splendid se replegó a fines de mayo, haciendo lo mismo el Spartan el 8 de junio, también por inconvenientes mecánicos de envergadura.

VII

Para el fin de las hostilidades, el 14 de junio, todos los submarinos británicos se retiraron de sus puestos de piquete, salvo el Valiant, que permaneció en patrulla unos días más frente a Río Grande54.

En tanto las fuerzas británicas consideraban todavía necesario contar con una alerta temprana, rápidamente se instalaron radares en tierra en las islas Malvinas. Asimismo, se alistaron dos helicópteros Sea King con radar Searchwater55 (denominándose al nuevo aparato Sea King HAS.2 AEW), y en agosto de 1982 (un tiempo record, ya que el programa se gestó en 11 semanas56) ya estaban operando desde el HMS Illustrious, el cual relevó al HMS Invincible en el Atlántico Sur.


Sea King AEW.2A, en 1988, operando desde el USS George Washington (U.S. DefenseImagery, foto VIRIN: DN-SD-00-03284)

Más allá de ello, la improvisación en el uso de los submarinos nucleares como piquete adelantado había servido para dar suficiente alerta temprana a la flota, optimizando el posicionamiento de los pocos interceptores embarcados en un teatro relativamente extenso.

Esta capacidad de los submarinos sigue vigente aún hoy en día, y debe tenerse en cuenta para la planificación de escenarios futuros, especialmente al tener en cuenta las mejoras en sistemas de guerra electrónica y de interceptación de señales. Un submarino nuclear, por lo menos esta historia lo afirma, si puede operar en aguas someras y los comandantes británicos no son generalmente contrarios a tomar riesgos: asumir que, según doctrina, un submarino no operará en menos de 120 metros (o la profundidad que se establezca), es dejar un espacio considerable libre a un intruso que, en algún momento, extenderá apéndices e informará acerca de la situación aérea existente.

De alguna forma, el submarino no solamente niega el mar, sino que ayuda también a controlar el aire.

martes, 2 de mayo de 2023

IRSE A PIQUE ANTES QUE RENDIR EL PABELLON.


El Belgrano siempre está


La emoción se adueñó de la icónica fecha del 2 de mayo. Más allá de las palabras, se volvió a hablar de ejemplo, compromiso, heroísmo, gratitud, enseñanza y honor.
05:00 | 06/05/2023



En la versión del artista Roberto Antona, el crucero asoma en la plaza Héroes de Malvinas del CGPBB.


La sirena volvió a sonar tal como aquella fría tarde del domingo 2 de mayo de 1982 sobre (el ya escorado) crucero ARA General Belgrano. El sonido no es menor. Se trata del sentimiento más fuerte sobre la guerra de Malvinas, que se inició el 2 de abril y concluyó el 14 de junio, pero que no puede explicarse de otro modo si no es a partir de los 323 fallecidos en el hundimiento de una nave insignia de la Armada Argentina.

“Lo único que busco en la vida es rememorar a mi hermano; que no se olviden de que es un héroe y que dio la vida por la patria. En realidad, la epopeya es de todos, de los 649 soldados que ofrecieron su vida por Malvinas”, dijo Eduardo Behrendt, bahiense, 18 meses menor que Edgardo Gustavo (Nonin), cabo segundo electricista —cabo primero post mortem—, quien egresó de la ESMA en diciembre de 1981 y su primer destino fue, justamente, el Belgrano, muy cerca de casa.




Eduardo Behrendt y la referencia histórica.

Como integrante de la comisión de familiares de caídos en la guerra del Atlántico Sur, Behrendt estuvo en los actos de homenaje —este martes 2— en la plaza Héroes de Malvinas, ubicada en el ingreso al Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca.

“¿Si hoy existe más conciencia de lo que pasó hace 41 años? Sí, particularmente en los pueblos; pero aún falta mucho”, agregó.




Algunos de los familiares de los caídos en el hundimiento del Belgrano, en la ría bahiense.

“Habría que hacer hincapié para dar más información en todos los niveles escolares. Es decir, que se comprenda que (la guerra) fue algo importante, ya que muchos perdieron la vida por la patria. Y esto es verdadero, no es una frase hecha”, sostuvo.



Palabras alusivas del padre Adrián Martínez.

Los actos fueron organizados por las autoridades del propio CGPBB, con el acompañamiento del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas Bahía Blanca; la Unión de Suboficiales Veteranos de Guerra de Malvinas y el Comando de Alistamiento y Adiestramiento de la Armada Argentina.

La jornada se inició con una navegación con VGM, familiares y autoridades diversas hasta la ría, donde se rindió homenaje a los caídos en el guerra y se realizaron ofrendas florales de diferentes instituciones y organismos.





Luego, en la plaza, el sonido de aquella sirena se replicó a las 16.01, el momento exacto del impacto del primer torpedo del submarino nuclear HMS Conqueror que, casi una hora más tarde (otro torpedo ya había llegado al blanco, ahora en la proa; antes, en la sala de máquinas), mandaría al crucero ligero de 188 metros de eslora y 18,5 de manga, que había sobrevivido al ataque japonés en Pearl Harbor en 1941, a 4.200 metros bajo el mar.

Behrendt, en diálogo con La Nueva., dijo que pudo ir al sitio del hundimiento en el año 1995 y, de ese modo, homenajear a su hermano Edgardo, y al resto de los caídos.



Algunos de los familiares, en la plaza Héroes de Malvinas.

“Lo hicimos a bordo del (rompehielos ARA Almirante) Irízar. Fue algo muy importante. Se iba a hacer otro viaje en 2017, pero al final el buque se prendió fuego y los viajes se discontinuaron”, comentó.

Cada vez que puede, Behrendt, desde su actual lugar de residencia en Viedma, gestiona por el regreso de familiares a la tumba de los héroes del Belgrano.





“Yo ya fui, pero mi mamá falleció y no pudo hacerlo; siempre lo reclamó. Y hay cada vez menos madres y padres. Es lógico: ya tienen entre 80 y 90 años”, aseguró.
Discursos y reflexiones

Ejemplo, compromiso, heroísmo, gratitud, enseñanza y honor. Fueron palabras, algunas de ellas expresadas por la sociedad en modo reclamo en estos días, que volvieron a escucharse —como en otros actos por Malvinas— en los discursos realizados este 2 de mayo.

El intendente del partido de Bahía Blanca, Héctor Gay, ponderó el recuerdo en esta fecha en particular.



Héctor Gay, jefe comunal de Bahía Blanca.

“Es necesario que, cada año, nos encontremos para rendir estos honores. Porque, habida cuenta del asentamiento natural del crucero en nuestro ámbito, se trata de uno de los días más tristes de la historia de nuestra comunidad,”, dijo.

“Por eso, debemos rendir honores, un recuerdo permanente y gratitud, no sólo para quienes quedaron allí, sino para quienes pudieron sobrevivir, lograron regresar y, obviamente, llevan durante el resto de sus vidas aquel recuerdo infernal de las últimas horas del Belgrano”, aseguró Gay.



El VGM Alejandro Meringer (izq.) y Federico Susbielles, en la ría.

A su turno, el presidente del Consorcio de Gestión del Puerto local, Federico Susbielles, vinculó el acto con el Himno Nacional Argentino entonado segundos antes.

“Cuando decimos ‘o juremos con gloria morir’, justamente, es lo que ellos hicieron; ofrendaron su vida por Malvinas, por la patria”, sostuvo.



“Por eso digo que los Veteranos de Guerra de Malvinas no fueron un ejemplo; son un ejemplo. Y tengo la fortuna de una enseñanza permanente a partir de cada tiempo que comparto con ellos”, indicó el anfitrión.

“Quienes están aquí, y a quienes les tocó regresar al territorio, siguieron combatiendo en un país que, durante mucho tiempo, les dio la espalda, pero mantuvieron viva la llama y sostienen las reivindicaciones que, sin dudas, merecen”, contó.





“El espíritu de los combatientes que estuvieron en las islas y lucharon por nuestra patria es el que debe guiarnos. Nos marca el camino”, aseguró Susbielles.

Luis Bernier, que integró al ARA Bouchard (D-26), un destructor de 114,8 metros eslora clave para el rescate de los sobrevivientes del Belgrano, dijo que quienes murieron en la guerra lo hicieron por su país y por una causa a la que consideraron justa y noble.




Luis Bernier formó parte del ARA Bouchard.

“Este sacrificio no puede ser minimizado ni olvidado y por eso es importante rendirles homenaje a los caídos, así como a sus familiares, quienes cargan con el dolor de la pérdida de los seres queridos”, indicó.

“La guerra demostró la resiliencia y la determinación del pueblo argentino en tiempos difíciles. Y de allí la importancia de mantener el legado. Por eso digo que un soldado, que dio la vida en la batalla, muere solamente cuando su pueblo lo olvida”, concluyó Bernier.





En otro tramo, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería argentina, Guillermo Carmona, dijo que hay quienes se preguntan si tiene sentido seguir reafirmando la soberanía sobre el territorio nacional ocupado por una potencia extranjera.




Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería.

“La respuesta a esas preguntas está en los testimonios de quienes están aquí presentes. Son los que nos recuerdan que hasta ofrendar la vida vale la pena sostener nuestra causa nacional”, aseguró el funcionario nacional que llegó a Bahía Blanca.





De la celebración del 2 de mayo participaron numerosos alumnos de diferentes establecimientos niveles de escolaridad, así como concejales, legisladores, funcionarios, representantes de oenegés y referentes políticos.
Homenaje extendido para diversas fuerzas

De los quince héroes que fallecieron (de nuestra ciudad) durante el conflicto armado de 1982, doce se encontraban en funciones en el crucero ARA General Belgrano.





Se trata de —por entonces— los cabos segundo Juan Carlos Bollo; Edgardo Behrendt; Néstor Gorosito; Héctor Osvaldo Ragni; Isaías Quillahueque y Alejandro Antonio Vergara.

También, los cabos primero Enrique Pereyra y Pedro A. Vendramín y los suboficiales segundo Hugo Angel Llanos y Miguel Roberto Paz.

Asimismo, el cabo principal Pedro Antonio Castro y el conscripto Hugo A. Galliano.

Carlos María Zubizarreta perdió la vida en representación de la aviación naval; Luciano Guadagnini, por la Fuerza Aérea Argentina y Omar Alberto Rupp pertenecía al pesquero Narwal.





En la ceremonia realizada —este martes 2— en la plaza Héroes de Malvinas, en el ingreso al CGPBB, se le rindió homenaje al Belgrano y a sus tripulantes; al submarino ARA Santa Fe; al aviso ARA Alférez Sobral; a la corbeta ARA Guerrico (P-32) y al resto de las unidades de la flota de mar que participaron en la disputa contra el Reino Unido en 1982.





El recuerdo de los familiares de caídos.

Asimismo, se homenajeó a los tripulantes y caído del buque pesquero Narwal; al guardacostas GC-83 Río Iguazú y a su dotación y al resto de tripulantes de la Prefectura Naval Argentina. También se consideró a los hombres y mujeres integrantes de la Marina Mercante Nacional y a la marinería del carguero Isla de los Estados, hundido en batalla, y al resto de los transportes que participaron en la Gesta de Malvinas.