jueves, 29 de diciembre de 2022

BUSCA FORTALECER EL ACOMPAÑAMIENTO Y LA ATENCION DE LA SALUD MENTAL




Axel Kicillof relanzó el programa de salud para veteranos de la guerra de Malvinas







El Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, relanzó el Programa Malvinas, destinado a la atención de la salud mental de los veteranos de guerra, y aseguró que se busca que los excombatientes "encuentren una respuesta por parte del Estado frente a sus padecimientos".

"Estamos terminando el año en el que se cumplieron 40 años de Malvinas con una iniciativa que implica un verdadero acto de justicia, vinculado a una de las problemáticas más graves que afectaron a los veteranos", afirmó el mandatario bonaerense en un acto que se hizo en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno.


Kicillof destacó que "en el marco de una jerarquización de la atención de la salud mental en la provincia, estamos relanzando un programa, luego de haberlo pensado junto a sus destinatarios, con el compromiso de trabajar para garantizar que se cumplan sus objetivos".

Con esta iniciativa, todos los efectores de salud provinciales deberán proporcionar la medicación correspondiente para sus tratamientos y la formación a los equipos especializados. 

Además, por primera vez se reconocerá la atención dentro de la estructura de salud mediante la creación de cuatro unidades hospitalarias de consulta en los hospitales José Penna de Bahía Blanca, Oscar Alende de Mar del Plata, Isidoro Iriarte de Quilmes y Ramón Carrillo de Ciudadela.

martes, 13 de diciembre de 2022

LA JUSTICIA ORDENO A LA AFIP NO DESCONTARLE GANNCIA A UN VETERA DE MALVINAS





La Justicia ordenó a la AFIP no descontarle Ganancia a un veterano de Malvinas y devolverle todo lo retenido


El juez federal Pablo Cayssials declaró inconstitucional un artículo de la ley que utiliza el organismo para liquidar el impuesto a las Ganancias.




La Justicia ordenó a la AFIP dejar de cobrarle el Impuesto a las Ganancias a un veterano de Malvinas.



El juez federal Pablo Cayssials declaró inconstitucional un artículo de la ley del Impuesto a las Ganancias que la AFIP utiliza para cobrarle ese tributo a un veterano de la guerra de Malvinas. Así ordenó dejar de descontarle el gravamen y devolverle todo lo cobrado en exceso, más los intereses.





El fallo llegó luego de la demanda iniciada por el excombatiente, que prefirió ser identificado como JCM y cuyo caso fue revelado por TN. El veterano, con el patrocinio del abogado Pablo Liberman, había reclamado ante la Justicia por las retenciones impositivas que se le estaban efectuando al sumar el haber jubilatorio y la pensión por Malvinas.

Según señala el escrito, la inconstitucionalidad se aplicó sobre “el artículo 79 inciso C de la Ley 20.628 del Impuesto a las Ganancias y las normas complementarias y reglamentarias de la misma, incluyendo la ley 27.617 y de las concordantes que se dicten”,

Ese artículo refiere a los sujetos que son considerados sujetos de Ganancias cuarta categoría, entre ellos “las jubilaciones, pensiones, retiros o subsidios de cualquier especie en cuanto tengan su origen en el trabajo personal y de los consejeros de las sociedades cooperativas”.

El magistrado se sumó a otros fallos particulares que consideran que la jubilación o pensión no es ganancia, por lo que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) no solo deberá cesar en el cobro de Ganancias a Juan Carlos Minuto Espil, sino abonarle todo lo retenido por este concepto, con intereses y, además, soportar las costas del juicio.

Leé también Es oficial el aumento a empleados domésticos: las escalas y los montos que habrá que pagar hasta marzo

“A dichas sumas se le adicionarán los intereses resultantes de la aplicación de la tasa pasiva promedio mensual que publique el Banco Central de la República Argentina desde que las sumas fueron retenidas y hasta la fecha de su efectivo pago, cuya liquidación quedará a cargo de la parte demandada”, continúa la sentencia.



El fallo que ordena a la AFIP a no descontar Ganancias a un veterano de Malvinas y devolverle todo lo retenido. (Foto: TN)
¿Cómo surgió la demanda del veterano de Malvinas a la AFIP?

Durante el conflicto bélico, JCM se desempeñaba como guardiamarina y prestó servicio a bordo del portaaviones 25 de Mayo. Por entonces, el buque patrullaba la zona norte del teatro de operaciones y estaba expuesto a los ataques de los ingleses, como lo estuvo el Crucero General Belgrano en la zona sur.

JCM se retiró de las Fuerzas Armadas en 1996, con el grado de capitán de corbeta, y en 1999 comenzó a cobrar la pensión como veterano de guerra, según el régimen de la ley 23.848. Pero durante su vida como civil hizo un Master en Ingeniería de Sistemas en los Estados Unidos y durante varias décadas trabajó en nuestro país en dos empresas de telecomunicaciones, en el Ministerio de Comunicaciones y en Autopistas Urbanas SA, hasta que se jubiló como personal de ese ministerio en 2020.


Por su trabajo como ingeniero, JCM pudo acceder a una jubilación relativamente buena, dentro del marco general de la ley 24.241: en marzo de este año su haber previsional fue de 221.627 pesos, que se repitió al mes siguiente. Es decir, la jubilación, aun siendo bastante superior a la mínima, quedaba por debajo del radar de Ganancias. Solo corresponde que tributen Ganancias las jubilaciones que superan los ocho haberes mínimos.

Es ese punto es donde la AFIP decide hacer jugar a las pensiones. En marzo, JCM cobró 97.897 pesos como veterano de guerra de Malvinas.

Entonces, la ANSES decidió sumar su haber jubilatorio, que estaba exento, y la pensión y consiguió que el exguardiamarina supere el piso del tributo, con lo cual le cobra el impuesto: unos 20.000 pesos por mes. Otras veces fueron 27.000 pesos. La legislación argentina, curiosamente, no exime de tributar Ganancias a las pensiones vitalicias. A raíz de ello, Juan Carlos pidió que esas normas sean declaradas inconstitucionales.
Los comprobantes del cobro de Ganancias al veterano de Malvinas


En marzo la AFIP le cobró más de $20 mil de Ganancias a la pensión de un veterano de la Guerra de Malvinas .


La AFIP les cobra Ganancias a las pensiones de los veteranos de la Guerra de Malvinas

jueves, 8 de diciembre de 2022

SI, YO ESTUVE AHI"



Sí, yo estuve ahí" puede verse en el espacio fotográfico Arte x Arte
Una muestra reúne fotos tomadas por los soldados de Malvinas
Cuarenta años después del conflicto, una serie de fotos realizadas por los conscriptos combatientes forma parte del Archivo Malvinas, Memoria de la Espera. La exposición fue ideada por los reporteros gráficos Martín Felipe y Diego Sandstede y resulta conmovedora por el valor testimonial de las imágenes y por su riqueza estética. “Hay un cuidado por esa memoria que ellos protegen”, señala Sandstede.






Cuarenta años después del conflicto bélico, una conmovedora serie de fotos tomadas por los soldados conscriptos en 1982 --hoy veteranos de guerra--, componen Sí, yo estuve ahí, la singular colección de imágenes que integra la exposición sobre la memoria de Malvinas. Es parte del Archivo Malvinas, Memoria de la Espera, y muestra a los jóvenes soldados desde el momento en que tomaban un tren en Mercedes, provincia de Corrientes, por caso, hasta el día en que, algunos, vuelven al continente, después del “cese del fuego”.

No se habla de “rendición” entre los veteranos. Se habla de soberanía, se habla de “los que ya no están”, en los textos testimoniales que acompañan la muestra, creada por los reporteros gráficos Martín Felipe y Diego Sandstede, quienes también producen y realizan el documental que crece a medida que se suman a la propuesta las valiosas voces de los veteranos.


Fue a partir de 2017 cuando, tras la idea de construir un archivo con las fotografías que muchos soldados tomaron durante el conflicto, Felipe y Sandstede comenzaron a contactar a aquellos veteranos que guardaban las imágenes de sus días en las islas, en papel fotográfico. Lograron así componer hasta hoy, una colección de 320 fotos. En muchos casos un poco deterioradas por el paso del tiempo o la humedad. En otros, increíblemente bien conservadas. Pueden verse en el espacio fotográfico Arte x Arte (Lavalleja 1062, de la Ciudad de Buenos Aires) hasta el 22 de diciembre.

La inocencia: tomar fotos del "viaje”

Muchos de los soldados que fueron destinados a las islas vieron el mar por primera vez. Varias familias les regalaron o les prestaron “máquinas de fotos, de rollo color” para que registraran el viaje al emblemático enclave insular. La guerra no estaba en los planes de estos “colimbas”.

La mayoría pensaban que volvería a sus casas a la semana siguiente. Sin embargo, al iniciarse el conflicto armado, quienes tenían sus cámaras buscaron resguardar los rollos de fotos. Incluso algunos pudieron enviarlos al continente con algún compañero que volvía, herido, en las primeras semanas del combate.

Otros las trajeron entre sus ropas, o entre las mismas vendas de sus propias heridas. Sabían que atesoraban recuerdos imborrables, pero también, la memoria de cuando ellos ya no estuvieran aquí para contar lo sucedido.

La mayoría de las máquinas y de los rollos de fotos que testimonian la vida de los soldados en Malvinas fueron incautadas por “los ingleses” cuando se produjo el cese del fuego. Curiosamente entre estas fotografías no hay imágenes dolientes, de heridos, ni de muertes: “lo que más hubo en Malvinas” según el testimonio de Eduardo Farré, fotógrafo profesional y reportero gráfico, que cubrió el conflicto.


Las fotos en las islas


Hay imágenes de las despedidas con las familias, hay paisajes de mar, se ven las islas desde el avión que los llevaba al teatro de operaciones. Fotos del ya conocido y desértico camino entre el aeropuerto y Puerto Argentino. Y también imágenes de recibimientos familiares, cuando después de junio los soldados volvían al continente.

Se ven soldados con armas en posición de defensa en las zonas militarizadas de las islas, pozos de zorro, trincheras. Grupos de soldados que sonríen. Soldados taciturnos cuando están entregando sus armas.

Hay una curiosa serie que un soldado le compró a un fotógrafo oficial del Ejército: se ven muchos colimbas de frente, “en pose” para la foto oficial. El veterano Martín Borba cuenta que tuvo que “vender su coche” --en el testimonio que acompaña esa serie--, para comprarle las copias de esa colección a “Fogonazo”, tal el apodo del fotógrafo militar enviado a las islas.

La muestra

Son 29 series las que conforman esta colección. Conmovedora por el valor testimonial de las imágenes, y por la riqueza estética de la muestra que ya constituye un archivo documental. Protocolizado por Felipe y Sandstede, para que pueda estar a disposición pública. Se acompaña con un documental que los reporteros gráficos que la idearon comenzaron a realizar al encontrar a uno y otro veterano que pudo conservarlas.



Los creadores de este archivo ya recorrieron nueve provincias y contactaron a más de veintiocho veteranos que “tienen imágenes” de esa fatídica incursión militar.

No hay fotos que hayan sido tomadas por los mandos militares. Una consigna que guía a los organizadores de la muestra. “Porque nosotros somos civiles –explica Sandstede a Página/12—, y porque los soldados no eligieron ir a la guerra, los mandaron, y ellos no tenían ningún interés en el mundo militar”.

También hay fotos del médico de campaña Oscar Rojas, destinado en el buque hospital Bahía Paraíso. Entre esas imágenes, impacta la figura desnutrida de un conscripto que llegó a ese buque hospital. Y pudo recuperarse. Hay relatos de las torturas y del hambre que padecieron en las islas. Pero solo en esta serie se puede ver el horror en el cuerpo “semejante a lo que provocó el holocausto”, refiere el médico, al que contactaron Felipe y Sandstede.

Hay fotos tomadas por las pocas mujeres que llegaron a las islas, las “instrumentadoras quirúrgicas” que fueron requeridas cuando los heridos ya no podían ser asistidos por los médicos destinados al conflicto. A Silvia Barrera le regaló la cámara su padre, que era militar. Ella estuvo destinada al buque hospital ARA Almirante Irizar. Se la ve con sus compañeras, antes del inicio del fuego. Hay fotos tomadas por soldados, desde el ARA General Belgrano, antes del hundimiento. Y también de las balsas que deambulaban en el mar y desde las cuales, en algunos casos, los soldados desde otros buques recibían a sus compañeros, y podían salvar a los sobrevivientes del hundimiento.


Hay fotos curiosas, como la que muestra una cocina de campaña, intacta. Enorme. Es una gran cocina a leña –que será destruida por un bombardeo, cuenta el soldado que la registró rodeada de sus compañeros--, que fue destinada a un teatro de operaciones donde no hay árboles. Algo elemental para extraer madera, el combustible, para cocinar los alimentos.

El Archivo Histórico

Son varios los casos en los que un soldado encontró entre las cajas de encomiendas, en las barracas de Puerto Argentino, cámaras de fotos o incluso rollos nuevos. Esto completa el azaroso circuito que hoy permite darle forma material a esta propuesta: “Cuando vimos en Facebook que había soldados que tenían alguna foto tomada por ellos, en Malvinas, decidimos iniciar esta colección, con la intención de resguardar tanto las fotos en papel; por la fragilidad del papel; como los negativos, en los casos que los hubiera; para mantener la memoria de Malvinas, la memoria de los soldados –insiste Sandstede—, y así fuimos buscando y contactando a los veteranos y encontramos fotos en papel, y algunos pocos, conservan también los negativos”.

“Estas fotos traen una memoria nueva de Malvinas, el recuerdo, y ellos, aunque al principio se mostraron reticentes, cuando vieron lo que se estaba armando, accedieron”, explica el reportero gráfico devenido para este trabajo minucioso en investigador. “Hoy hay cercanía y hay confianza, porque hay un cuidado por esa memoria que ellos protegen”, explica.

Sandstede habla de esta muestra como parte del tardío “acto de reconocimiento”, retomando las palabras de los veteranos que llegaron a la inauguración de la exposición, en noviembre. Ese reconocimiento que no tuvieron cuando volvieron de las islas, repasa. Y uno de los testimonios que puede leerse entre las imágenes expuestas lo evidencia: “El 14 de junio tuvimos que entregar las armas. Pero el 13, había sido el primer partido del mundial de España en 1982”.

El evento deportivo, en ese entonces, le sirvió a la sociedad argentina, engañada y manipulada tras el latiguillo del “estamos ganado”, para desconocer la heroicidad de los jóvenes colimbas.


El arte como acto de reparación

En el inicio de esta muestra, en sus orígenes, hay un libro editado por la Asociación de Reporteros Gráficos (ARGRA), en 2017. Allí comenzó a germinar la idea de la colección para conformar un archivo histórico, y público. La digitalización de cada serie aportó luego la metodología de la conservación documental. Y la forma que asume la exposición en el espacio Arte X Arte, diseñada por el fotógrafo Gabriel Díaz, completa una decisión ética y estética. La que se sostiene en el texto de la investigadora Silvia Pérez Fernández, que abre el recorrido.



Detrás de esa decisión de Felipe y Sandstede se percibe la convicción por darles a los veteranos el lugar protagónico. Es visible aquí “la voluntad de registrar todo aquello portador de algún significado: helicópteros, buques, tanquetas, pero también fotos hechas en el interior o desde la ventanilla del avión que los llevaba a las islas”, reseña el texto de Pérez Fernández. Y completa, en las palabras de un soldado conscripto: “mi felicidad, mi alegría, mi sonrisa enorme, creo que pasaba por eso, ir a una aventura”.


En un momento sacaban fotos “y una hora después sufrimos nuestro primer bombardeo”, detalla otro testimonio. En este recorrido histórico es posible reconstruir no solo el cambio de actitud, desde la inocencia inicial a la desolación del regreso: también las posibilidades que el arte ofrece como acto "reparador en el vínculo que todavía nos debemos como sociedad" concluye Sandstede.

GALLEGO SERA SEDE DEL CONGRESO DE LA CONFERETACION DE COMBATIENTES DE MALVINAS

 





El encuentro contará con la participación de aproximadamente 70 excombatientes de Malvinas de todo el país.


Tras un encuentro llevado a cabo en el anexo del Congreso de la Nación se decidió designar a la ciudad de Río Gallegos como sede del XXXII Congreso de la Confederación de Combatientes de Malvinas de la República Argentina, que se llevará a cabo el 3 y 4 de marzo. El mismo nucleará a veteranos de guerra de todo el país en la capital santacruceña en el marco de la vigilia por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas.

“Estuvimos presentes en el 31° Congreso Nacional de la Confederación de Combatientes de Malvinas de la República Argentina en el anexo del Congreso de la Nación, en donde hubo veteranos de casi 20 provincias y en donde se trataron temas relacionados a la salud, la situación del PAMI de cada provincia, sus necesidades y los problemas más graves, al igual que los diversos proyectos de ley que –actualmente- poseen estado parlamentario”, explicó a TiempoSur el veterano de la guerra de Malvinas y presidente del Centro de Veteranos “José Honorio Ortega” de Río Gallegos, Fernando Alturria.


Entre los proyectos de ordenanza que actualmente poseen estado parlamentario se encuentran la Ley de Remisión del Pago de Peajes a nivel nacional para todos los veteranos de la guerra, la Ley de Sangre –que consiste en que la pensión nacional destinada a los veteranos de guerra pueda quedar para los hijos, sin límite de edad, o para los hermanos de los veteranos de guerra- y una ley “que para mí es la más importante”, que es la Ley Integral para la Salud de los veteranos de guerra y sus familias, que hoy es una resolución del PAMI, pero “nosotros tenemos la necesidad que sea una ley para que se cumpla y no una resolución que muchas veces, por necesidades del directorio de las autoridades del PAMI, las pueden suspender en cualquier momento. En cambio, si se convierte en ley ya se tiene que cumplir”, sentenció Alturria.

Al referirse al encuentro que va a llevarse a cabo en marzo, Alturria señaló que el mismo contará con la participación de entre 60 y 70 veteranos de guerra de todo el país.


martes, 6 de diciembre de 2022

POR PRIMERA VEZ SU FAMILIA VISITARA SU TUMBA DEL VGM FELIX ARTUSO





La historia del único héroe de Malvinas enterrado en las Georgias: por primera vez en 36 años su familia podrá visitar su tumba

El submarinista del ARA Santa Fe, Félix Artuso, partió hacia la guerra intuyendo que no iba a volver. Murió en las Georgias y su cuerpo fue sepultado allí con todos los honores. Pero su familia jamás pudo depositar una flor en su cruz. Durante años reclamó y luchó para tener el derecho de honrarlo. Ahora ese deseo podrá concretarse





Félix Artuso tenía entonces 36 años y era maquinista naval con especialidad en submarinos

Fue un pedido que tardó 36 años en ser escuchado. Una espera interminable, que de tan prolongada se llevó a Vicenta, a Alicia y a Josefina. La madre, la esposa y la hermana del héroe de Malvinas murieron sin respuesta. Esperando.

Pero esta semana, los hijos del submarinista del ARA Santa Fe, Félix Artuso, condecorado con la medalla "La Nación Argentina al Muerto en Combate" supieron que, por fin, alguien se hizo eco de su persistente reclamo.

Días atrás, con la última gota de esperanza y el corazón en la mano, escribieron su última carta de pedido de viaje humanitario a la isla Georgias del Sur, a 1300 km de Malvinas. Ambas geografías fueron parte del teatro de operaciones del conflicto bélico del Atlántico Sur en 1982.

En aquella carta a la Embajada británica, los hijos contaron que son la única familia de un excombatiente de la Guerra de Malvinas impedida de visitar la tumba de su ser querido.

Relataron que su madre, Alicia Artuso, enviudó a los 29 años cuando su esposo Félix falleció en Georgias. Tenía entonces 36 años y era maquinista naval con especialidad en submarinos. Detallaron que Alicia quedó sola a cargo de sus tres hijos: Cristian, entonces de 8 años, Karina, de 6, y Carolina, de 2, y revelaron que ella murió sin poder jamás llevar una flor al sepulcro de su esposo.


Cristian, Carolina y Karina mostraron los tesoros y fotos de su padre, Félix, muerto en las Georgias. Atrás, la base de submarinos en Mar del Plata. (Foto: Fabián Gastiarena)

El relato luego mutó en confesión. Revelaron que Vicenta Artuso, la madre del suboficial, falleció de tristeza. Y que Josefina, la hermana de Félix, viajó por más de 30 años desde Mar del Plata a Buenos Aires de la mano de sus dos sobrinos mayores para tocar infranqueables puertas de ministerios y rogarles a las distintas autoridades de los sucesivos gobiernos que los ayudaran a concretar un desvelo: depositar una ofrenda floral en la tumba de su padre.

Josefina Artuso también murió ansiando poder despedir a su único hermano. Así, la tragedia de los Artuso se inscribió en metáfora de lo deletéreas que pueden ser la ilusión y la espera.

La carta, dirigida al embajador británico en Buenos Aires, Mark Kent, concluía con un respetuoso pedido para impulsar la gestión de un viaje humanitario al cementerio de Grytviken, en Georgias: "Señor Embajador—cerraba la misiva—, sea la luz de nuestra efímera existencia la que ilumine su noble y urgente accionar".

La Embajada del Reino Unido en Buenos Aires contestó la carta casi inmediatamente e invitó a los tres hermanos Artuso a la residencia porteña de Kent. El diplomático iba a ocuparse personalmente y en detalle de aquel asunto. Pero la familia Artuso, que vive en Mar del Plata, por falta de recursos no pudo trasladarse a Buenos Aires.



El entierro de Félix Artuso con todos los honores en la Isla San Pedro

La sede diplomática británica organizó, entonces, una teleconferencia con sus máximas autoridades: el embajador Kent, el agregado en Defensa, Robin Smith; el secretario Político, Richard Jones, y Cristian Artuso, el hijo mayor del suboficial principal, que trabaja en la Armada como mecánico. La fuerza también les brindó trabajo a sus dos hermanas en la Base Naval Mar del Plata. (Karina era íntima amiga de Eliana Krawczyk, la oficial desaparecida en el ARA San Juan).

"Ustedes ya cuentan con la autorización para viajar a Georgias. Ahora debemos resolver la logística y el financiamiento del viaje. Mañana nos reuniremos con María Teresa Kralikas [ministra de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur] para tratar su tema. Indagaremos en la posibilidad de que el señor Eduardo Eurnekian pueda solventar el traslado", los sorprendió en impecable español, pero con un marcado acento británico, el embajador Kent.

Antes de despedirse, agregó: "Señor Artuso, tendrá que arrimarse a Buenos Aires. De no ser posible, viajaremos nosotros a Mar del Plata. En dos semanas lo contactaremos. Tenga usted muy buenas tardes".


La tumba de Félix Artuso en la isla San Pedro. Hace años un profesor canadiense que corría la Regata Shackleton se ofreció a llevar un arreglo floral imperecedero confeccionado por la familia y lo colocaron en la lápida

Cristian Artuso (45) cortó el teléfono y comenzó a temblar. Tanto temblaba que al dialogar con Infobae no le salía la voz.

Más de 1400 millas náuticas separan a la isla de San Pedro (Georgias) del continente. Aquella isla preantártica en el extremo sur del Atlántico, donde yace su padre, no posee aeropuerto.

La vía de comunicación para acceder a esa gélida pero imponente geografía, donde también está enterrado el célebre explorador anglo-irlandés Sir Ernest Shackleton, es en barco.

Hace algunos años, un profesor de una universidad canadiense, que junto a sus alumnos corrían la Regata Shackleton, y que insospechadamente conocían la historia de Artuso, se ofrecieron a llevar un arreglo floral imperecedero confeccionado por la familia y lo colocaron en la lápida.

Finalizada la regata, los canadienses retornaron a Mar Del Plata y le entregaron a Cristian, Karina y Carolina tres piedritas del sepulcro: una para cada hermano.

"La humanidad no tiene bandera", dice Cristian. "El único contacto que tuve con la tumba de mi padre son estas tres piedras y la foto de su sepulcro con el arreglo floral que en un gran gesto humanitario llevaron los canadienses".


Cementerio de Grytviken, donde descansan los restos del único héroe argentino enterrado en Georgias del Sur.

El accionar de la Embajada del Reino Unido en Buenos Aires mantiene como directriz anteponer las cuestiones humanitarias por sobre cualquier otra consideración política o de soberanía. Con ese espíritu, el año pasado se lograron identificar los restos de 93 soldados en el Cementerio Argentino de Darwin, cuyas lápidas figuraban anteriormente bajo el lema "Soldado Argentino solo conocido por Dios".

En línea con las respuestas que viene brindando la sede diplomática británica en relación con pedidos humanitarios sobre la Guerra de Malvinas, el caso Artuso ya entró en agenda.

Una muerte absurda

El suboficial principal Félix Artuso se despidió de su mujer y de sus tres hijos el 19 de abril de 1982. A Cristian, el mayor y único varón, entonces de ocho años, lo llevó aparte: "Hijo, me voy a la guerra. Tomá mi espada. Sé que no voy a volver".

Cristian intentó retener a su padre y arrojó las llaves del auto por la ventana. Pero el padre las atajó en el aire.



Artuso amaba al submarino Santa Fe, era su vida, cuenta su familia

Artuso amaba a la Armada y el noble y viejo submarino Santa Fe era su vida. La familia vivía en un complejo de edificios de la Marina, cerca de la Base Naval Mar del Plata. Cristian abrazó a su madre, sabía que sería imposible disuadirlo para que se quedara con ellos. Estalló en llanto y, asomado a la ventana, vio a su padre alejarse. Artuso lo saludaba desde el vehículo. Esa última interacción entre ellos aflora, antojadiza y punzante, una y otra vez.

Los años reunieron muchas veces a la dotación del ARA Santa Fe. Cristian no se las perdía. Allí, junto a los antiguos camaradas de su padre, repasó una y mil veces los hechos que condujeron a su muerte y que ahora revela a Infobae.

A las 23.30 del 19 de abril—cuenta en un relato extenso en el que insiste en detenerse en detalles para "que la historia no se tergiverse o sea incompleta"— el submarino S-21 ARA Santa Fe zarpó hacia Georgias desde la Base Naval Mar del Plata.

Por ser mecánico naval, Artuso conocía en profundidad el estado del viejo submarino americano, del tipo Guppy II, que había combatido en la Segunda Guerra Mundial y prestaba servicio desde hacía 40 años.

Había sido comprado a la armada americana junto a su gemelo, el S-22 ARA Santiago del Estero. Este último, ya había pasado a retiro. Al año siguiente también lo haría el Santa Fe, ya que llegarían otros dos nuevos sumergibles de Alemania: los nuevos TR 1700 interoceánicos, el ARA San Juan y su gemelo, el ARA Santa Cruz. Las baterías del Santa Fe estaban obsoletas, por lo que el tiempo habilitado para la inmersión era reducido.




Los soldados ingleses y los tripulantes del submarino Santa Fe bombardeado durante la guerra en 1982

Aunque todavía le quedaba una última batalla por librar en una guerra precipitada. Comandada por el capitán de Corbeta Horacio Bicain, el Santa Fe llevaba torpedos, cuatro toneladas de víveres y armamento.

Tenía como misión desembarcar a un grupo de infantes de marina como refuerzo al personal existente en la ex estación ballenera de Grytviken, en la isla San Pedro (Georgias). Debía luego esconderse en alguna caleta alejada, en posición defensiva, a la espera de instrucciones. Tenía la orden expresa de no abrir fuego, a menos que la flota inglesa lo atacara primero.

Casi al llegar a Georgias el buque fue advertido que buques ingleses operaban en la zona. La dotación lo comprobó a través de los rumores hidrofónicos en sus sonares. Bicain dio entonces la orden de que un buque requisado a los ingleses por militares argentinos en Georgias trasladara a tierra a los infantes durante la noche. Atracar en puerto para el Santa Fe suponía ser blanco fácil para un bombardeo. Desembarcados los infantes, el buque navegó en superficie en busca de una caleta donde poder ir a inmersión con la consabida restricción del tiempo para sumergirse.

Las formaciones rocosas de los fondos marinos constituían una amenaza: la nave podía encallar y naufragar. En eso pensaban cuando de repente, un helicóptero Wessex inglés, que salió de entre las nubes, descargó dos bombas de profundidad que impactaron cerca de la popa del Santa Fe.

El fuerte estallido sacudió a la nave, inhabilitó instrumental y les imposibilitó la inmersión. Minutos después, aparecieron otros dos helicópteros ingleses Sea Lynx que, insistentemente, lo volvieron a atacar.



El submarino no podía sumergirse por mucho tiempo porque sus baterías estaban obsoletas y tras el bombardeo se inclinaba a estribor; había que nivelarlo, tarea que los ingleses le encargaron a la maquinista Félix Artuso

Los hombres del Santa Fe intentaron repeler el fuego inglés con fusiles Fal desde la torreta. Pero uno de los helicópteros lanzó un misil que atravesó la vela del submarino.

Una esquirla impactó de lleno en la pierna del cabo segundo Alberto Macías. Más tarde, debieron amputársela. En ese interminable bombardeo, el reloj Seiko de Artuso—según la reconstrucción que hace el hijo a Infobae—, se golpeó y se detuvo para siempre. El vidrio roto del visor mostró la fecha y la hora exacta del impacto de las bombas: 25 de abril 5.43 am.

A pesar del asedio inglés, el Santa Fe logró retornar y amarrar en el muelle de Grytviken. Artuso no había sufrido un rasguño, salvo por su reloj. Pero cuatro naves inglesas rodearon el área. La "Operación Paraquet", según la denominación inglesa, era muy superior en cantidad de hombres, armamento, sofisticación y buques. La "Operación Georgias" argentina había fracasado. Horas más tarde, para evitar un estrago, se ordenó la rendición y los hombres del Santa Fe cayeron prisioneros.

Los británicos consideraban altamente probable y peligroso que el submarino argentino generara una explosión: estaba averiado, cargaba torpedos y podría haber fugas de gases e hidrógeno. Obstruía, además, el único muelle que los ingleses creían operable en Grytviken, y necesitaban despejarlo para atracar sus buques.


Los ingleses temían que los argentinos sabotearan el Santa Fe que estaba cargado de explosivos

Temían, además, según relata Cristian, que los argentinos sabotearan al Santa Fe, cargado de explosivos. El capitán del destructor HMS Antrim, Brian Young, y el capitán John Coward, del destructor HMS Brilliant, le exigieron al comandante Bicain que trasladara el submarino hacia otro muelle.

Bicain designó a seis hombres, entre ellos, al maquinista Félix Artuso. Los seis marinos, fuertemente custodiados por infantes británicos armados con pistolas Browning 9mm, tomaron sus posiciones, y siguieron las instrucciones que el capitán Bicain les impartía desde cubierta.

El cabo inglés, que custodiaba a Artuso, poco entendía de submarinos. Pero el capitán Coward, que era submarinista, le había advertido que Artuso no debía bajo ningún concepto accionar las válvulas de un costado del buque. Pero a medida que el submarino comenzó a navegar empopado por las averías, también empezó a escorarse.



Cristian con la espada que le dejó su padre antes de partir hacia la guerra

Bicain, a través de un intercomunicador, le ordenó a Artuso que soplara los tanques de aire para reflotar y estabilizar el buque. La maniobra implicaba movimientos rápidos y certeros a babor y estribor en la sala de máquinas.

El custodio entró en pánico y pensó que Artuso intentaba hundir al submarino. Sin mediar palabra, descargó su pistola Browning sobre el maquinista.

Entre cuatro y seis tiros impactaron en el pecho y la cabeza del maquinista naval. En medio de un ataque de nervios, el inglés corrió a cubierta al grito de: "We are sinking! "We are sinking!" (¡Nos estamos hundiendo!). Y efectuó disparos al aire en señal de auxilio. Sin embargo, nada malo sucedía. Artuso había operado las válvulas correctamente y el Santa Fe restableció su flotabilidad.

"Mi padre murió instantáneamente y fue sepultado con todos los honores militares en Grytviken. El comandante Bicain presidió la ceremonia, a la que también asistió Coward", relata con templanza Cristian.

El nombre del marine inglés que mató a Artuso fue resguardado por los altos mandos británicos y nunca trascendió. La Royal Navy caratuló el hecho como un "error trágico".

La noticia a la familia

El 28 de abril de 1982, un enfermero, un suboficial y un teniente de la base naval marplatense tocaron la puerta del hogar de Vicenta, madre del suboficial principal. "Estábamos todos. Habíamos faltado a la escuela el día anterior cuando nos enteramos de que el submarino había sido capturado y de que había un hombre gravemente herido. No sabíamos quién. Creo que fue el teniente el que habló. Ahí nos dieron la noticia a toda la familia", prosigue Cristian. Lo cuenta con distancia, como aplacando un dolor que se intuye todavía en carne viva.


Félix Artuso el día de su boda con Alicia, que falleció esperando poder visitar la tumba de su marido

Un mes más tarde, los prisioneros de Georgias regresaron a Mar del Plata. "Recuerdo los micros llegando y la alegría de los familiares. Los compañeros de mi papá empezaron a descender. Yo miraba a cada uno y lo buscaba. Esperaba que de ese micro también bajara mi viejo. A mí ya me habían dicho que había muerto pero quisimos ir. Con mi madre y mis hermanas abrazábamos una falsa ilusión. Yo esperé a que bajaran todos y subí. Fue desolador ver que adentro de ese colectivo mi papá no estaba", confiesa, y ahora sí, aflora la emoción.

Esa misma tarde, los compañeros de Artuso visitaron a la familia. Y le entregaron a Cristian el reloj Seiko con el vidrio roto de su papá. Se paró a las 5.43 de la mañana del 25 de abril.


La placa y la ofrenda que lo recuerda

"Como mi hermana Carolina no tiene recuerdos de mi padre ni de esa guerra porque era muy chiquita, se lo regalé a ella", dice Cristian. "Pero es curioso, el reloj de mi padre dejó de funcionar el día de la rendición argentina, en la hora del bombardeo del cual él sobrevivió", reflexiona.

Félix Artuso fue declarado "Héroe Nacional" y condecorado con la medalla "La Nación Argentina al Muerto en Combate".

El ARA Santa Fe intentó ser remolcado a Londres como trofeo de guerra. Pero en su derrota, el noble submarino comenzó a escorarse y se hundió en las inmediaciones de una bahía. Esa bahía ahora lleva el nombre de Artuso. Está entre las bahías Stromness y Cumberland, en la isla Georgias del Sur. Allí, el mar grita su más lacerante ironía.

INVETIGAN LA MUERTE DEL VGM DANIEL TUSTINCANE




A Daniel Rusticane (60) lo encontraron sin vida sobre su cama. Creen que se trató de un robo de viudas negras.


Daniel Rusticane (60), veterano de Malvinas, murió en su casa de Laferrere, La Matanza.



Un amigo vio la camioneta. La Ford Ranger estaba mal estacionada, a 10 cuadras de la casa de Daniel Alfredo Rusticane (60), un veterano de Malvinas del Regimiento 3 de La Tablada, en La Matanza.


Su ausencia en una cena de ex combatientes y la falta de respuesta a los llamados y mensajes de sus amigos generaron el alerta. Cuando abrieron la casa, lo encontraron muerto.

Investigan si el hombre fue víctima de un robo o de dos viudas negras que lo contactaron por una app de citas.



Daniel Rusticane (60), veterano de Malvinas, murió en su casa de Laferrere, La Matanza.

"Rusti" o "El Tano", como lo conocían, era parte de la comisión directiva del centro de veteranos de guerra de La Matanza, adonde se desempeñaba como vicepresidente.

Fue uno de sus compañeros el que se acercó a la casa de Coronel Montt al 4800, en Gregorio de Laferrere, a ver qué pasaba.

Ante la falta de respuestas, forzó el ingreso y lo encontró: Rusticane estaba sin vida, maniatado, sobre la cama y sin signos vitales. Los peritos no encontraron indicios de una muerte violenta.



La víctima, delante de un avión Hércules de la Fuerza Aérea.

Fuentes de la investigación confiaron a Clarín que el ex combatiente murió de un accidente cerebrovascular (ACV), aunque investigan si falleció luego de ser asaltado.

El sábado a la noche, Rusticane faltó a una cena del centro de ex combatientes de La Matanza. "Estoy con dos mujeres en casa", les respondió, contento, a sus amigos. Las habría conocido mediante una app de citas o por redes sociales, pero no está claro si fueron ellas o alguien más quien entró a la propiedad.


A simple vista, y según el testimonio de su hija de 24 años y de sus amigos, faltaban su celular, la billetera y el auto, que apareció en Martín Coronado y Tres Cruces, a 11 cuadras de su casa. Estaba cerrado y mal estacionado. Las puertas ni el arranque habían sido forzadas, así que presumen que se robaron hasta las llaves.



Daniel Rusticane era vicepresidente del centro de veteranos de guerra de Malvinas.

En el coche y en la casa de "Rusti" buscan huellas que permitan identificar a los asaltantes. También imágenes de las cámaras de seguridad públicas y privadas para determinar quiénes entraron y salieron de su hogar este sábado por la noche.

El hombre estaba divorciado y tenía una hija, que este lunes por la mañana acompañó el cortejo fúnebre hasta el cementerio de La Matanza.

Rusticane, además de vicepresidente del Museo de la Memoria de Malvinas, trabajaba en el PAMI. Estaba a cargo de la atención de jubilados veteranos como él, y era el contacto que tenían para atender problemas con la obra social que les proporciona el Estado por su rol en la Guerra de Malvinas.




Los posteos de los compañeros de la víctima.

La investigación quedó en manos de la fiscal de Homicidio de La Matanza, Karina Licalzi, que espera la pericia toxicológica para determinar si al hombre le suministraron alguna droga que podría haberle provocado la muerte.

Además, según indicaron fuentes del caso a Clarín, la casa estaba "desordenada", por lo que sospechan que buscaban algo y que probablemente habrían participado entre dos y tres personas.

"Por el momento, no contamos con indicios que haya existido un homicidio. Sin embargo, los demás delitos se continuarán investigando ya que fueron cometidos aprovechando la situación del fallecimiento no traumático de esta persona", indicó a Télam otro vocero.

 

"El Tano" tenía una hija de 24 años.

"Lamentamos informar la pérdida física de nuestro querido Veterano de la Guerra de Malvinas, Daniel Rusticane. Te vamos a extrañar! Te recordaremos siempre con tu simpatía, alegría, comprometido con la causa. Hacemos llegar nuestro más sentido pésame, abrazamos a su familia y amigos, los acompañamos. Que en paz descanses querido Rusti, volá alto que acá te vamos a recordar por siempre con gran cariño y afecto", publicaron en el sitio Legado de Malvinas y en la página de Facebook de Ex Combatientes de La Matanza.


En diálogo con Clarín, sus compañeros dijeron: "Era un tipo muy alegre, siempre solidario con los compañeros. Él se preocupaba y se ocupaba de todas las necesidades de los compañeros desde su lugar en PAMI".

Además, coincidieron en que era una persona "muy divertida" y que "siempre tenía un chiste a la mano".

sábado, 3 de diciembre de 2022

RECONOCIMIENTO POR EL INTENDENTE DE PUNTA ALTA, A LOS VGM POR LAS OLIMPIADAS



Reconocimiento a los campeones en las Olimpíadas de Veteranos de Malvinas




La delegación de Coronel Rosales obtuvo el primer puesto en el medallero nacional y fue recibida por el intendente Mariano Uset.

Hugo Alba, Martin Moreno, Luis Bilotti, Julio Domínguez, José L Lena, Daniel Juárez, Daniel Acevedo, José Querejeta, Juan Camargo, Carlos Ruitort, José Delgado, Raúl Morante, Ramón Verón, Miguel Míguez, Ricardo Taberna, Humberto Toranzo, Carlos Hugo Peralta, Alcides Conti, Feliz Pedroso y Darío Zamaniego, son los nombres de los héroes de Malvinas que representaron a Coronel Rosales en la última edición de las Olimpíadas de Veteranos de Guerra que se desarrolló en Rosario.

Los representantes de nuestro distrito tuvieron una notable actuación que los llevó al primer lugar en el medallero general y recibieron el reconocimiento del intendente Mariano Uset, quien entregó un diploma a cada uno de los ex combatientes


Fueron 14 de Oro, 7 de Plata y 6 de Bronce, las medallas obtenidas por los rosaleños
.

Reconocimiento a los campeones en las Olimpíadas de Veteranos de Malvinas 

El detalle:

Atletismo 80 metros: Martín Moreno (Oro).


Atletismo 100 metros: Hugo Alba (Oro) y Martín Moreno (Plata).

Atletismo 60 metros mayores de 60 años: Luis Bilotti (Oro), Julio Domínguez (Plata), José Lena (Bronce).

Atletismo posta 4 x 80 metros: Equipo integrado por Hugo Alba, Martín Moreno, Daniel Juárez y Julio Domínguez. (Oro).


Atletismo posta 4 x 80 metros: Luis Bilotti, José Luis Lena, Daniel Acevedo y José Querejeta. (Bronce).

Atletismo 1200 metros mayores de 60 años: Luis Bilotti (Oro).

Atletismo 1200 metros menores de 60 años: Daniel Acevedo (Oro).


Atletismo salto en largo: Martín Moreno (Oro).

Básquet: Plata

Beach vóley: Martin Moreno, Juan Camargo, Carlos Ruitort, Luis Bilotti, José Delgado y Raúl Morante (Plata).