Las Fuerzas Armadas y de Seguridad, kelpers en su país

Por @Sorge6


Demás está decir que desde esta columna festejamos la medida del reconocimiento del pago de haberes y retroactivos a los jubilados que entregaron con su vida de trabajo al país el crecimiento productivo, educaron a sus hijos y le aportaron valor agregado al patrimonio de recursos humanos de la Nación.

Dado que en el mencionado acto de justicia no se informó de la situación imperante en las Fuerzas Armadas y de Seguridad, es dable destacar e informar debidamente que los miembros de las FFAA hace más de 10 años que perciben sumas fijas, no remunerativas ni bonificables. Claro y sencillo, sumas en negro que no tributan a las respectivas cajas.

Ese proceder ocasionó no sólo percibir retiros paupérrimos después de un promedio de servicios de 30 años, no pudiendo incluso desempeñar otra función, full-time dedicados a la Defensa y la Seguridad. Con este mecanismo de pagos en negro, por ejemplo, se generó el desfinanciamiento de las obras sociales. Sus hospitales están virtualmente destruidos, en estado calamitoso y sin el mínimo insumo.

El personal de Ejército Argentino tiene demandas por unos 13.603 juicios; la Armada Argentina (ARA) 2.574 demandas; y la Fuerza Área Argentina 2.753 demandas. Esto ha sumado una deuda de unos 2.300 millones de pesos.

Obvio que no es lo mismo tributar a las cajas y hospitales un 16% promedio de un salario en blanco, que un 16% de un promedio del 50% del haber. La propia Corte Suprema de Justicia de la Nación lo ha reconocido, el eufemismo de sumas no bonificables es ilegal y todo lo que se percibe de bolsillo es salario.

Los estados mayores han tolerado la creación de suplementos irregulares por conducción o por manejo de materiales, logística, para evitar con estos emolumentos en negro la fuga del recurso humano que le costó fortunas formar al país.

Siempre me cuestioné cómo el Estado puede abonar en negro, cuando exige e incluso destacan en spots publicitarios la importancia que tiene para un trabajador estar en blanco. Resulta, cuanto menos, paradójico.

Por último cabe mencionar que la Corte Suprema de Justicia, en su momento contempló la situación de los haberes mal liquidados y falló en favor de las FFAA en el denominado caso Salas, similar al Badaro de ANSeS. Lo cual permitía recomponer el haber y pagar los correspondientes retroactivos. Pero al parecer, por gestiones del general César Milani ante el Dr. Ricardo Lorenzetti, encomendadas por nuestra París Hilton del subdesarrollo, se sacó un nuevo fallo denominado Zanotti, por el cual se licuaron todos los retroactivos a un tercio de sus valores y tampoco se incorporaron los aumentos salariales en la proporción correspondiente a los haberes.

Quien esto escribe pudo ver un fallo firme donde su Señoría reconoce el retroactivo y ordena a la caja la liquidación e incorporar los suplementos correspondientes al haber. En el mismo fallo, agrega el juez, que dicha liquidación queda supeditada al caso Zanotti y por lo tanto lo que debiera ser justicia. No serájusticia.


 

Esta aberración jurídica no la entienden ni los miembros superiores de las respectivas cajas, dado que en el caso Oriolo, que se tramitó en favor de Policía Federal, se incorporaron los suplementos y se abonó el 100% de los retroactivos.

Es tan patética esta situación -casi fellinesca- que comentando esta problemática con miembros de los servicios de inteligencia del primer mundo, que los agentes secretos argentinos habían iniciado demandas por haberes, la respuesta fue una hilaridad sin límites. El hombre no reparaba en carcajadas. Luego dijo, “esto responde únicamente a la teoría del absurdo”. Y a decir verdad, puso en duda y tela de juicio que esa situación fuera verídica. Pero bueno señores, esto es La Matanza. La Matanza no es Harvard.

Con todo respeto, esperemos que el Ingeniero Macri contemple en sus políticas de estado regularizar esta anómala situación que lleva ya un promedio de 10 años sin solución de ninguna naturaleza.