jueves, 16 de marzo de 2023

LA VERDAD SOBRE MALVINAS: ¿ SON ARGENTINAS?

 






Señor director:­

­Con respecto a la declaración del secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Mancomunidad y Desarrollo (británico), James Cleverly, (La Prensa, 3-3-2023) afirmando que "las islas Malvinas son británicas'', tras la decisión argentina de poner fin al pacto Forador-Duncan, no tiene la menor noción de lo que dice. Que lea la historia de Malvinas, que no muerde, y por ello la Argentina reconquistó y recuperó la soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, el heroico 2 de abril de 1982, en que nuestras gloriosas Fuerzas Armadas enfrentaron en inferioridad de las fuerzas de la OTAN.

Es oportuno consignar que iniciadas las hostilidades por los británicos el 1° de mayo, el presidente peruano, escribano Fernando Belaunde Terry, a pedido del general Haig, secretario de Estado de EE.UU. y el canciller británico Pym, habló con la Junta Militar ofreciendo sus buenos oficios como mediador para negociar el cese de hostilidades, retiro simultáneo y mutuo de las fuerzas, presencia de veedores ajenos a las partes, para el gobierno temporal de las islas, y tomar en cuenta los puntos de vista o intereses de los habitantes, para la solución del conflicto. Estando adelantadas las tratativas, la señora Margaret Thatcher que alimentaba nefastos propósitos y no le interesaba la paz, mandó torpedear el Crucero General Belgrano, provocando la muerte de 323 tripulantes argentinos, por el submarino Conqueror, fuera de la zona de exclusión.­

El almirante Harry Train, a la sazón comandante de la Flota del Atlántico de EE.UU., durante el conflicto, dijo en conferencia pronunciada en Buenos Aires, entre el 26 y 28-11-1986: "Yo creo que ustedes podrían haber vencido en Pradera del Ganso... Si se hubiera hecho cualquier cosa para frenar el avance británico, los británicos hubieran perdido porque la Flota había agotado la capacidad de sostén... Había agotado sus armas antisubmarinas... Habían agotado las municiones de sus cañones y comenzaban a sufrir fallas mecánicas''.­

"...El Almirante Sandy Woodward (comandante de la Operación Corporate) le dijo al comandante de las fuerzas terrestres (general Jeremy Moore) que debía llegar a Puerto Argentino para el 14 de junio si no los iba a sacar de la isla. Entonces, cualquier cosa que hubiese frenado este avance habría ganado la guerra''.­

Lamentable en ese día aciago para la honra de las armas patrias en que el general Jeremy Moore recibió la orden de tomar Puerto Argentino o sería retirado de la isla, el gobernador militar de Malvinas, Mario B Menéndez, llama por la mañana al teniente general Leopoldo F. Galtieri para darle parte de que procedería a rendir sus tropas en Malvinas (quién carecía de un plan de defensa y de ataque). Éste le respondió que saque a sus hombres de los pozos para adelante peleando. En ninguna parte del mundo, una guarnición de alrededor de 8.000 hombres muy pertrechados y que ni siquiera ha comenzado a pelear, se rinde por haber perdido en los primeros encuentros el 10%, o sea 700 u 800. Y según el Reglamento Militar, una fuerza se rinde con honor al haber quedado sin municiones y teniendo el 80% de bajas; las que hubo en las islas no alcanzaron el 5%. ­

Hastings y Jenkis -autores británicos y uno de los corresponsales en Malvinas durante el conflicto-, en la obra La batalla por las Malvinas, pág. 251 expresan: "...El 25 de mayo, lejos de saborear una victoria, los británicos mascaban un amargo sabor de derrota, y la flota indicó asimismo el colapso de la paciencia de Londres ante los escasos progresos de la cabeza de playa... El gobierno estaba cada vez más alarmado ante el riesgo de que las Naciones Unidas exigieran un cese de fuego imposible de rechazar que dejaría a los ingleses con el solo control de la cabecera de puente San Carlos''.­

He aquí la verdad histórica sobre los hechos acaecidos en Malvinas, y que faltó muy poco (si no fuera por la actitud pusilámine de Menéndez), para que nuestras Fuerzas Armadas hubieran ganado la Guerra de Malvinas a la OTAN.­

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