lunes, 30 de enero de 2012

“Es importante que Malvinas esté en la agenda más allá del 2 de Abril”

El ex combatiente y periodista Edgardo Esteban, autor de "Iluminados por el fuego", habla del debate por Malvinas y dice que la única salida es el diálogo.






Por Paula Bistagnino

“Los argentinos tenemos mucho de esto de acordarnos de los ex combatientes sólo el 2 de Abril. Por eso es importante que ahora el tema esté en la agenda más allá de la fecha, porque no se trata de algo que sólo nos incumbe a quienes estuvimos en la guerra. Las islas son muy importantes para nuestra identidad, pero también para nuestro futuro, nuestra economía, nuestro lugar en el mundo no sólo como país sino como región, porque este debate ha demostrado que las Malvinas son también de América Latina. Hay que reclamar y reclamar. El mundo se está dando vuelta y la historia puede cambiar...”, dice el periodista y ex combatiente Edgardo Esteban. Fue a la guerra a los 19 años, como soldado, dos días antes de terminar su servicio militar, y permaneció casi dos meses en el campo de batalla, de donde regresó como prisionero en el bombardero Canberra. Sobre esa experiencia escribió el libro "Iluminados por el fuego", que Tristan Bauer convirtió en película y que batió récords de público, además de cosechar varios reconocimientos. En la actualidad es jefe de la corresponsalía en Buenos Aires de la cadena de noticias Telesur.

¿Cree que el Gobierno está encarando bien el reclamo?
Creo que sí, que se está actuando muy bien y que hay que apoyar y acompañar. Además, me sorprendió muy gratamente escuchar que la presidenta de la Nación exigió publicar el informe Rattenbach -realizado durante el gobierno de facto de Reynaldo Bignone para evaluar el desempeño de las Fuerzas Armadas durante el conflicto y en el que se deslindan las responsabilidades de los máximos jefes, incluido Leopoldo Galtieri-. Yo justo estaba escribiendo un artículo sobre el informe, porque creo que es hora de separar las aguas y ponerle fin a eso de que fuimos todos iguales. Porque no fuimos todos iguales en Malvinas. Todos fuimos distintos en cuanto a que algunos fueron voluntariamente, otros eran profesionales que fueron a trabajar, otros obligados por el servicio militar y que pusieron toda la dignidad a pesar de su inexperiencia. Pero además, hubo gente que tuvo actos de heroísmo y otros que hicieron todo lo contrario. Y esa gente se vino escondiendo en ese paraguas de que todos actuamos bien. Pero acá hubo responsables, que en ese informe estaban y que fueron juzgados, aunque (Carlos) Menem los indultó. Entonces, desde ese lugar, si vamos a ver la historia, veámosla completa para poder saber qué errores cometimos y quiénes fueron los responsables.

¿Qué opina de las declaraciones recientes del primer ministro inglés David Cameron, que acusó a la Argentina de “colonialismo”, y del secretario de Defensa Gerald Howarth, que calificó al país como “belicoso”?
Creo que todo esto de los últimos días es una gran ridiculez. Y que evidentemente tienen que ver con esta lógica de Maquiavelo que decía que hay momentos en los que buscar un enemigo externo es estratégico porque disipa la crisis interna. Fue lo que hizo Margaret Tatcher también, porque en el momento de la guerra el país estaba atravesando una crisis laboral. Y ahora es lo mismo, porque ellos están con muchos problemas internos. Escuchar hablar a los ingleses de colonialismo cuando el statu quo de las islas es el de un virreinato, con un gobernador designado a dedo por la reina, es un absurdo absoluto. Y llamar belicosa a la Argentina que lo único que está reclamando es dialogar, porque es eso lo que se está pidiendo, es otro absurdo. Y no les encuentro más explicación que la necesidad de salirse del eje de la discusión.

Como contracara, la tensión diplomática entre el Reino Unido y Argentina ha puesto de manifiesto una América Latina más fuerte y unida que nunca. ¿Cómo ve esto?
Es muy fuerte este proceso de integración regional que se sigue fortaleciendo. Primero el Mercosur, luego la Unasur y ahora el CELAC, sumados al buen momento económico que atraviesa la región, colocan a América Latina en un lugar de potencia. Especialmente ahora que Europa y Estados Unidos están en crisis. Además, la presencia de Argentina en los foros internacionales remarcando este tema de la igualdad es algo que no había pasado antes. Estamos en un contexto diferente y las cosas han cambiado mucho: el discurso de Lula da Silva en la cumbre de Cancún (2010) fue muy contundente sobre la necesidad de replantear el Consejo de Seguridad permanente de las Naciones Unidas porque el Reino Unido no acataba la posibilidad de un diálogo con la Argentina, la decisión de (José) Mujica de no abastecer a los buques de Malvinas y ver que países como Chile, que en la Guerra de Malvinas era impensado que pudieran ser aliados, hoy están acompañando. Toda esta fortaleza, sumada a la económica, es histórica para nosotros.

¿Cree que están cerradas las heridas con Chile?
Yo creo que sí. Porque (Augusto) Pinochet era una cosa y (Michelle) Bachelet fue claramente otra. También lo es (Sebastián) Piñera, aunque muchas cosas de él no me gustan y a pesar de que en su asunción había personas con el retrato de Pinochet. A pesar de eso, se ha mantenido en el respaldo de la región y con la lógica de que, si bien hay matices ideológicos, todos acompañamos. Pero además, la diferencia fundamental es que estos son gobiernos democráticos. Los ingleses a veces pretenden comparar a Galtieri con este Gobierno. Eso es lo que no hay que hacer, porque nunca la democracia es lo mismo que la dictadura. Y hoy en Chile hay democracia. Creo que cometemos el error de ver siempre el enemigo cercano. Me parece que ahora es cuando tenemos que empezar a dar vuelta nosotros también la historia para lograr la integración verdadera. El puntapié político está, pero falta que los pueblos también entendamos que hay un cambio y que a las ideas hay que matarlas desde el debate.

Usted ha dicho y escrito que el Reino Unido mantiene en Malvinas una estructura militar sobredimensionada, incluso con armamento nuclear. ¿Ellos manejan seriamente la hipótesis de un enfrentamiento o se trata de mantener cierta amenaza?
En las islas hay una vida militarizada en todos los aspectos, hasta en la televisión, porque sólo se emite lo que sale de la base. Mantienen una estructura que supera las expectativas, porque aunque es obvio que hoy la posibilidad de una guerra es inexistente, ellos especulan con eso. En realidad, ellos siempre jugaron con esa hipótesis. Hasta ahora hablaron de un submarino nuclear y una base subterránea… Uno nunca sabe cuáles son las dimensiones reales, pero cuando vas a las islas es impresionante ver los hangares que tienen, los aviones de última generación que llevaron y las prácticas que vienen haciendo de carga aérea desde la isla Ascensión, donde funciona una base norteamericana, justamente porque especulaban lo que está pasando hoy. Ellos saben que Argentina no va a entrar en un conflicto bélico, entonces es más una cuestión de prepotencia propia del imperio que fueron.

¿Cuán importantes resultan para ellos los recursos naturales de las islas?
Muy importantes, porque se les está acabando el petróleo en el Mar del Norte. La riqueza de las islas es mucha. Para ellos y para nosotros también. Por eso, más allá de lo simbólico e histórico, debemos reclamar nuestra soberanía en las islas. No sólo están el petróleo y los recursos ictícolas, sino que también las reservas de agua dulce y la mirada hacia la Antártida, porque ellos reclaman derechos soberanos sobre la misma región que nosotros y Chile. También es una cuestión de estrategia política porque es una base militar más en la región.

¿Siente que la sociedad argentina es injusta con los veteranos de guerra?
Así como los responsables se esconden detrás del paraguas de víctimas heroicas, la sociedad nos pone muchas veces en el paraguas de la dictadura militar. Y en este sentido los organismos de Derechos Humanos se olvidaron de que nosotros fuimos víctimas de la dictadura también. Malvinas y todas las muertes fueron parte de eso. Es como un olvido más que hemos sufrido porque si bien dentro de nosotros hay muchas miradas, somos muchos los que reivindicamos los Derechos Humanos y tenemos esta mirada de nuestra historia. Igual, eso también está cambiando y ahora se va a hacer un museo en la ESMA. Yo quiero que en este 30 aniversario, como dice Estela de Carlotto, los ejes para mirar Malvinas sean Memoria, Verdad y Justicia.

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