jueves, 28 de noviembre de 2019

ASAMBLEA DE HIJOS DE VETERANOS DE GUERRA



El licenciado Carlos Raúl Cabrera de la asociación “Herederos de la Causa Malvinas” (Ushuaia) y Vanesa Alejandra Campos de “Generación Malvinas” (Río Grande); fueron los dos jóvenes de Tierra del Fuego que participaron de la 3° asamblea nacional de Hijos de Veteranos de Guerra de Malvinas.

Carlos Cabrera y Vanesa Campos, representantes fueguinos en la asamblea nacional de Hijos de Veteranos de Guerra.



La asamblea se desarrolló durante los días sábado 16 y domingo 17 de este mes en la ciudad de Santa Rosa, provincia de La Pampa. Allí participaron representantes de la localidad anfitriona, de Buenos Aires, Chaco, Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, Jujuy, La Rioja, Salta, Tierra del Fuego y Tucumán.

Uno de los asuntos aprobados por unanimidad fue el de ratificar la conformación de la Comisión Nacional de Hijos de Veteranos de Guerra, siendo ésta de carácter federal y plural y de participación democrática, con un solo objetivo: Malvinizar.
Otro tema aprobado fue el impulsado por los representantes fueguinos que consiste en incorporar como materia obligatoria en las escuelas la Cuestión Malvinas, de esta forma, cada representante de las provincias participantes indagará si en la ley de educación de sus jurisdicciones está contemplado y, a partir de allí, trabajarán para promover un proyecto nacional que sea tratado en el Congreso Nacional.
Con este encuentro en La Pampa la Comisión Nacional cerró el año y estableció el cronograma para el año que viene, arrancando las actividades en marzo, los días 7 y 8 en la provincia de Corrientes; mientras que los días 10 y 11 de octubre se realizará la cuarta asamblea en Chaco.

Por pedido de los representantes fueguinos se estableció que la asamblea número 5 se realice en Tierra del Fuego, en noviembre, en una fecha a confirmar.

Actividades

Además de las sesiones en asamblea, durante el pasado fin de semana se realizaron otras actividades en La Pampa, como un desfile cívico, donde desfilaron los integrantes de todas las delegaciones de hijos de Veteranos de Guerra de Malvinas
Participó del desfile la Banda Militar Capitán Tocagni, de la guarnición militar Toay del Regimiento de Infantería Mecanizado 6 “General Viamonte”, que fue la responsable de ejecutar el Himno Nacional Argentino y la Marcha de Malvinas.

Los fueguinos

El licenciado Carlos Raúl Cabrera es hijo de Carlos P. Cabrera, un suboficial de Infantería Marina que estuvo en la Operación Rosario, en que se produjo el desembarco argentino en las Islas Malvinas, el 2 de abril de 1982.

Vanesa Campos es hija del suboficial de Infantería de Marina del BIM 5, VGM José Luis Campos, quien ya está retirado de la fuerza. Este participó en el izamiento de la bandera nacional en Puerto Leith.

Ambos participaron del encuentro nacional con el total respaldo de los Centros de Veteranos de Guerra de Ushuaia y Río Grande.

sábado, 23 de noviembre de 2019

OTRO CASO MALVINAS ? REINO UNIDO IGNORA A LA ONU Y QUIERE QUEDARSE CON EL ARCHIPIÉLAGO DE CHAGOS




Se trata de un caso que fue comparado con el de las Islas Malvinas. Lo cierto es que estas islas están en el centro de una larga disputa por la decisión británica de separarlas de ese país africano en 1965.

Los chagosianos expulsados denuncian el “doble discurso” británico, ya que defienden el derecho a la autodeterminación de los kelpers en Malvinas, aunque les niegan a ellos esa jurisprudencia por Chagos. En mayo pasado, un total de 116 países (incluido Argentina) aprobaron un dictamen de la ONU que le brindaba seis meses al Gobierno londinense para “retirar su administración colonial” del archipiélago.

“Nos movilizamos para denunciar el incumplimiento británico del plazo de seis meses concedido el 22 de mayo para poner fin a su administración en el archipiélago”, enfatizó el activista Olivier Bancoult. Además, la Corte Internacional de Justicia de La Haya resolvió anteriormente que el Reino Unido había separado el archipiélago de forma ilegal y debía devolverlo a Mauricio.

Aguad, firmó hace unos días una resolución para elaborar el Certificado Único de Veteranos de la Guerra de las Islas Malvinas. Este documento mejorará los trámites y se podrá utilizar ante organismos públicos y privados. “El certificado se solicita mediante el número de CUIL que se ingresa en la página de Presidencia de la Nación. Al ser online se facilita el trámite. Es un gran avance”, resaltó la entidad en un comunicado oficial.

“Este certificado único pueden presentarlo en todas aquellas organizaciones privadas y públicas nacionales, provinciales y municipales que las requieran. Antes cada certificado se hacía para una repartición puntual, ahora puede presentarse en cualquier repartición para acceder a beneficios o realizar trámites”, explicó, por su parte, el coronel Jorge Zanela, quien encabeza la Oficina de Coordinación de Veteranos de Malvinas.

martes, 12 de noviembre de 2019

EL MINISTERIO DE DEFENSA CREA EL CERTIFICADO ÚNICO DE VETERANOS DE GUERRA DE MALVINAS


El Ministerio de Defensa crea el Certificado Único de Veteranos de Guerra de Malvinas



En el marco de las medidas ejecutadas por la actual gestión de la citada cartera para mejorar la calidad de atención de los VGM, el ministro Oscar Aguad firmó una resolución que promueve la implementación del Certificado Único de Veteranos de Guerra de Malvinas.







Los excombatientes dispondrán de un Certificado Único de Veteranos de Guerra de Malvinas.



En el marco de las medidas ejecutadas por la actual gestión del Ministerio de Defensa para mejorar la calidad de atención de los veteranos de guerra de Malvinas (VGM), el ministro de Defensa Oscar Aguad firmó este lunes una resolución que promueve la implementación del Certificado Único de Veteranos de Guerra de Malvinas, con el objetivo de facilitar la obtención de este documento a todos los VGM de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que se encuentran distribuidos en todo el territorio nacional.


Esta iniciativa surge a partir de ex combatientes que plantearon a través de organismos oficiales que los nuclean la necesidad de centralizar y unificar los criterios para obtener un certificado único que pueda ser presentado por cada titular ante las diversas reparticiones que lo requieran.

"El certificado se solicita mediante el número de CUIL que se ingresa en la página de Presidencia de la Nación. Al ser online se facilita el trámite. Es un gran avance", destacó el coronel VGM Jorge Zanela, quien está a cargo de la Oficina de Coordinación de Veteranos de Guerra de Malvinas, creada recientemente en septiembre pasado, después de 37 años.

Y agregó: "Este certificado único pueden presentarlo en todas aquellas organizaciones privadas y públicas nacionales, provinciales y municipales que las requieran. Antes cada certificado se hacía para una repartición puntual, ahora puede presentarse en cualquier repartición para acceder a beneficios o realizar trámites".

"La propuesta es ir agregando otras gestiones en la misma plataforma, este es el inicio pero la idea es brindar una forma fácil para que realicen los trámites que son comunes a los veteranos de todas las fuerzas. La legislación sobre los VGM es muy amplia y variada de acuerdo a normas provinciales y municipales, y este documento permite agilizar las gestiones, en particular para aquellos veteranos que residen en el interior del país", concluyó el militar a cargo de esa iniciativa, y que funcionar. bajo la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares, del Ministerio de Defensa.

viernes, 8 de noviembre de 2019

UN VETERANO DE MALVINAS ARGENTINO LE DEVOLVIÓ UN CASCO A LA FAMILIA DE UN MILITAR INGLES



ASÍ SON DE GRANDE, DE MORAL, SENTIMIENTOS, HONESTIDAD, CULTURA, EDUCACIÓN. ESTO SE LLAMA VETERANOS DE GUERRA DE MALVINAS UN SOLO CORAZÓN.




Diego Arreseigor y Susan Shaw, durante el encuentro en Madrid Crédito: Gentileza 




7 de noviembre de 2019 • 16:16

Luego de 37 años, el militar y veterano de Malvinas, Diego Arreseigor, logró cumplir una misión que le quedó pendiente desde el final de la guerra: devolver el casco de un paracaidista inglés, que encontró durante su misión de desminado en Malvinas cuando era prisionero de guerra. En los primeros años, cuando lo invitaban a charlas en los colegios, a reuniones con compañeros o a actos en conmemoración por los caídos, lo llevaba con él para mostrarlo como un trofeo de guerra. Sentía mucho dolor por la derrota.

Pero a medida que los años fueron pasando y el dolor cediendo, el casco empezó a resonar en él con tristeza. Pertenecía a otro caído en Malvinas, como cualquiera de sus compañeros. En su interior ya no estaba claro el límite entre aliados y enemigos y sintió que todos éramos iguales ante el horror de la guerra y de la muerte. Pensó en la familia de ese soldado que quizás recibió la noticia de su muerte, en sus amigos. Conjeturó que quizás tuviera esposa, hijos y algo cambió en él para siempre. Prefirió pensarlo vivo e imaginarse un encuentro con él donde pudiera devolverle lo que le pertenecía .

Empezó a rastrear en las redes su nombre, Alexander Shaw, que había quedado escrito en el interior del casco, como si lo hubiera hecho a las apuradas, con una fibra y en una letra cursiva muy desprolija. Pasó muchas noches frente a su computadora y un día encontró lo que no quería encontrar: había muerto en combate. En un artículo en el blog que los veteranos de la Brigada 3 de Paracaidistas publican para ellos, un compañero suyo describía su caída, la noche del 13 de junio, en Monte Longdon.



"Para mí fue un golpe fuerte ver la foto de su tumba, con su nombre y también otra foto, en la que está sonriente, saludando desde el barco en el que zarpaba a Malvinas. Yo hubiera querido encontrarlo, escribirle y decirle: 'Che, tengo tu casco' y después poder encontrarnos para dárselo", dice Arreseigor .



Durante el encuentro hubo muchos momentos de emoción Crédito: Gentileza Viviana Arreseigor y dejó el final abierto porque el encuentro con Susan Shaw, la hermana de Alex, estaba cerca. Recién se habían conocido por las redes y ella se conmovió mucho al conocer todo lo que había hecho este veterano de guerra argentino para devolverle el casco de su hermano como una misión personal de respeto y honor. "Susan se cansó de agradecerme que no lo haya vendido, algo que es muy usual allá, con todo lo que tiene que ver con la guerra ", recuerda.

Encuentro en Madrid

El encuentro entre ambos se fue aplazando por motivos burocráticos y también personales de ambos. Juicios, enfermedades y muchas otras razones personales dilataron algo que sucedió, finalmente, hace pocos días, en Madrid. "Intercambiamos varios mails con Susan desde abril de este año. Pensé en viajar a Londres y llevárselo. Cuando eso se cayó, la invité a la Argentina y hasta pensé en ir a Malvinas con ella. Pero todo se fue desvaneciendo y encontré el momento justo cuando organicé un viaje a Europa con mi mujer", dice Arreseigor.

Susan aceptó la propuesta. La cita fue un miércoles de octubre, en un hotel céntrico de Madrid, a las 10 de la mañana. El veterano argentino y su mujer, Viviana, la esperaron en la puerta del hotel, parados en la vereda. En su cabeza, Diego se preparó para este momento muchas veces. Había elegido la ropa con cuidado, las manos le transpiraban y sentía una emoción que desconocía. "Me estoy poniendo viejo me parece, pero estoy muy sensible. Antes no me afectaban tanto estas cosas", confiesa. Viviana lo sostuvo todo el tiempo y, en su casa, habían comenzado a nombrar a Susan como un miembro más de la familia.

La vio bajar del taxi, acompañada por su marido, ambos tomados de la mano, mirando en distintas direcciones para encontrar el hotel. Diego la observaba acercarse y tenía que convencerse interiormente de que todo esto era real. La guerra, la posguerra, su paso por Afganistán, América Central, distintas provincias de la Argentina, el baúl que dejó cerrado en la casa de sus padres, con sus medallas, su uniforme, el casco y los recuerdos de la guerra se pasearon por su cabeza en los segundos que tardó Susan en acercarse. Esta mujer de 53 años, con su pelo rojizo de corte recto y al cuello, su vestido de seda oscuro a la rodilla y su mirada clara y melancólica venía también a traerle algo a él: reconciliación y paz.



Susan Shaw con el casco de su hermano Crédito: Gentileza Viviana Arreseigor



"Ella no me vio hasta que estuvo más cerca. Me señaló con el dedo y me hizo un gesto como preguntando si yo era quien la estaba esperando. Yo me sonreí y asentí. No hablábamos. Se acercó y me abrazó muy cálidamente. Fue un abrazo de gente que se conoce hace mucho tiempo, como de viejos amigos", recuerda Arreseigor. Entraron al bar del hotel, se sentaron en los sillones y empezaron a hablar como podían. Susan y su marido no hablan ni una palabra de español, y Diego maneja un inglés muy básico. Sin embargo, nada impidió que se entendieran.
Botín de guerra

Al rato de saludarse y luego de sentarse a charlar en los sillones, Diego Arreseigor abrió el bolso que tenía a un costado, sacó el casco y se lo entregó a Susan, mirándola a los ojos. "Esto es tuyo y yo ya no lo tengo que tener más" , le dijo. Ella se levantó con el casco en la mano para abrazarlo fuerte y largamente mientras ambos lloraban de emoción. Su marido también se acercó y ella aprovechó ese rato para apartarse con el casco. Se sentó y se quedó mirándolo fijamente, como buscando las últimas huellas de ese hermano que perdió cuando tenía 15 años y que permaneció en la memoria familiar con su sonrisa jovial de la despedida.

Susan le contó que ella tenía cuatro hijos y tres nietos. Y que sus padres ya habían muerto, y nunca lograron recuperarse de la muerte de Alex. Siguieron viviendo en Crosby y allí murieron. Susan se había quedado cerca de ellos para cuidarlos. Ambos están enterrados junto a su hijo, en el cementerio del pueblo. De la viuda y el hijo de Alex no supieron nada más desde que se fueron de Crosby, a los seis meses de terminada la guerra. Ella se casó con otro militar y se desvinculó de toda la familia. "Susan estaba muy triste por no conocer a su sobrino ni saber nada de él, pero prefirió no hablar de lo sucedido", dice Arreseigor.

El encuentro duró tres horas y volvieron a verse a los dos días para despedirse. Se prometieron visitas, mantener el contacto y fotos. Nadie se enteró de este encuentro. No hubo medios ni instituciones. Fue un encuentro íntimo, de dos familias que quedaron unidas para siempre.

"Si tengo que describir lo que sentí, fue un alivio tan grande. -dice Diego-. Era algo que tuve muchísimo tiempo conmigo. Me acompañó en los distintos lugares a dónde me destinaban y tenía mucha importancia para mí. Siempre pensaba cuál iba a ser el destino de esto, para quién quedaría, qué haría yo antes de morirme y lo que quería era simplemente esto que sucedió. Hoy está en en el lugar que tiene que estar, en las manos de quienes siempre lo tuvieron que tener".

ESTO ES LA MOTIVACIÓN LA ENSEÑA PATRIA.


MUY INTERESANTE LA IDEA




*EL CHALTEN: DECLARA VISITANTE ILUSTRES A EX COMBATIENTE QUE VISITAN LA CIUDAD*.

Desde el Municipio de la ciudad cordillerana se recibió la visita del sexto veterano de Malvinas, Guillermo Anaya, helicopterista de amplia experiencia, junto a su esposa. Además de anécdotas, Guillermo compartió sus experiencias y conocimientos en aeroevacuación, algo muy importante para la localidad.


Recordemos que, mediante la Resolución Nº 175/2019, se declara «visitante Ilustre de El Chaltén a todo aquel ex soldado combatiente de Malvinas y enfermeros y enfermeras que prestaron servicio en las islas.

Entrega de un diploma más bandera de la localidad

El Artículo Nº 3 de la Resolución contempla: “La distinción consistirá en la entrega de un Diploma donde se exprese el agradecimiento por su conducta y sacrificio, firmado por el Intendente Municipal y/o el Presidente del Honorable Concejo Deliberante más la entrega de una bandera de El Chaltén.”


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