martes, 3 de septiembre de 2024

EL DIARIO DE MALVINAS POR EL VETERANO JORGE RACCA DE SANTIADO DEL ESTERO

 


Jorge Racca, un ex combatiente de Malvinas presentó un libro sobre sus vivencias



La ciudad de La Banda cerró la segunda edición de la Feria del Libro Municipal con diferentes presentaciones, evento impulsado por el intendente Ing. Roger Elías Nediani con el objetivo de fomentar la cultura y la lectura en la comunidad.

Durante la misma, se llevó a cabo una destacada charla a cargo de Jorge Racca, autor del libro «Diario de Malvinas», en la que compartió su experiencia como veterano de la Guerra de Malvinas.

En su intervención, Jorge Racca expresó su agradecimiento tanto al intendente como a los veteranos de Malvinas de Santiago del Estero por la oportunidad de participar en este evento cultural: «Quiero felicitar al intendente Roger Nediani por la realización de esta feria del libro y agradecer a todos los veteranos de Malvinas de Santiago del Estero por invitarme y tenerme en cuenta. Yo, si bien no soy escritor ni poeta, cuando estábamos por subirnos al avión de Malvinas en aquel tiempo, un superior nos dijo que aprovechemos para escribir acerca de la experiencia que estamos por vivir, para que el día de mañana nuestros hijos y nietos sepan nuestra vivencia», manifestó.

A su vez, también comento cómo nació la idea de escribir su diario mientras cumplía con el servicio militar obligatorio: «Durante todos mis días en Malvinas yo dejaba un registro de lo que hacía, y cuando volví, este diario permaneció en el ropero de mi madre hasta que muchos años después se lo mostré a una escritora local, donde, con recomendación de ella, se transformó en el libro que hoy presentamos».

El libro «Diario de Malvinas» refleja, a través de las palabras de su autor, la experiencia de un joven de 18 años que vivió en carne propia uno de los momentos más significativos de la historia argentina. «En este libro muestro la humilde experiencia de un joven de 18 años que fue y volvió de Malvinas con la misma edad durante el servicio militar obligatorio, en donde día tras día relaté lo que viví en ese lugar que tanto representa para los veteranos en particular y para los argentinos en general, por eso su nombre de Diario de Malvinas», señaló Racca.

La charla no solo ofreció un emotivo testimonio de los acontecimientos vividos, sino que también permitió a los asistentes conocer una perspectiva personal y genuina sobre los sucesos de Malvinas, destacando la importancia de preservar la memoria histórica a través de relatos como el suyo.

DIPUTADOS DE SAN LUIS OCURRIO ESTO

 



Diputados dio media sanción a un proyecto de ley de “Escuelas Malvinizadoras”


Las instituciones que lo deseen podrán tener de padrino de honor a un veterano de Malvinas y así concientizar sobre la gesta para la recuperación de las islas.


La Diputada Ingrid Blumencweig presentó el proyecto, inspirada en la idea de dos docentes de la localidad de Saladillo.



La Cámara de Diputados dio este miércoles media sanción por unanimidad al proyecto de ley “Escuelas Malvinizadoras” que propone que instituciones educativas tengan de padrinos de honor a veteranos del conflicto bélico de 1982, con el fin de que concienticen sobre la gesta por la recuperación del archipiélago. Ahora pasó al Senado.

El proyecto tuvo el acompañamiento de todas las fuerzas políticas y fue presentado por Ingrid Blumencweig, del bloque Cambia San Luis. La propuesta había sido originalmente ideada por las docentes de Saladillo Norma Reyna y María Inés Mansilla.

En detalle, la iniciativa sostiene que se denominará “Escuelas Malvinizadoras” a aquellas instituciones educativas de la provincia que opten por tener como padrino de honor a un veterano de guerra, quien contribuirá a malvinizar a los alumnos, docentes y comunidad educativa en general.

La iniciativa contempla la realización de actividades para recordar y reivindicar los derechos sobre el territorio de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos correspondientes del territorio argentino.

También se apunta la reivindicación del rol de los veteranos y los caídos en el conflicto bélico y de mecanismos que favorezcan la información pertinente, precisa, confiable y actualizada a través de charlas, actividades conmemorativas y proyectos educativos.

Por último promueve la realización de convenios con municipios para acciones en conjunto; colocar el logo de las islas en los guardapolvos de las Escuelas Malvinizadoras e invitar a todas las instituciones educativas a sumarse.

“Malvinizar es reivindicar la gesta de Malvinas, por la hazaña valiente y sacrificada que realizaron nuestros héroes cuando estuvieron defendiendo nuestra soberanía, con las pocas armas, el frío, poca comida y con recursos que no tenían nada que ver con la que tenían los ingleses”, apuntó Blumencweig.

“Malvinizar no es hacer apología de la guerra ni justificar a lo que lo llevaron a ella, pero si es sostener el reclamo por las Islas Malvinas, las Georgias y las Sandwich del Sur, que fueron usurpadas en 1833 por británicos. También es honrar a los 632 héroes, trayéndolos a la memoria y reivindicandolos en el presente”, agregó.

“En cuanto a la vida escolar va a contribuir de múltiples maneras, proveyendo a la historia, porque ellos nos van a contar lo que sufrieron, lo que pasaron y es muy importante que no se pierda esa memoria histórica y que se mantenga de generación en generación”, concluyó.

“Durante muchos años la escuela fue la responsable de transmitir la bandera de la soberanía de las islas. La frase ´las Malvinas son argentinas´ siempre estuvo presente en las aulas. Sin embargo este contenido se fue desdibujando en los lineamientos curriculares y su enseñanza pasó a depender de algunas voluntades individuales”, aportó su par de bloque, Claudia Dassa.

“El desafío es cumplir con lo que dice la Ley Nacional de Educación e incorporar la memoria de lo que ocurrió en los contenidos educativos y que no sea una tarea de un día, sino que esté presente siempre en las escuelas y en el sistema educativo”, manifestó.

“Tener testigos vivos de las escuelas de lo que sucedió en las Malvinas, también es resignificar el valor que tienen para todos los argentinos. Tener un padrino de honor a un veterano para la escuela tiene un significado inconmensurable”, remarcó.

domingo, 1 de septiembre de 2024

UN ADIOS EN LA BASE NAVAL MAR DEL PLATA, ARRIO DEFENITIVO DE LA BANDERA DE GUERRA DE LA CORBETA ARA GRANVILLE

 


Ceremonia cargada de emotividad. Se cierra un ciclo en las corbeta tipo A-69. Era la última operativa de las tres adquiridas en la década de los '80.




En una tarde cargada de emociones y memorias, la Base Naval de Mar del Plata fue escenario del arriado final de la bandera de la corbeta P-33 ARA Granville, un acto que marcó el cierre de un capítulo significativo en la historia de la Armada Argentina. Este ritual, que podría parecer una simple ceremonia militar, está impregnado de un profundo simbolismo, evocando el final de un ciclo de servicio dedicado a la defensa y soberanía del país.

La ARA Granville, de la clase A-69, fue una de las tres corbetas adquiridas por Argentina a principios de la década de 1980 en un contexto de modernización de la flota de guerra. Nombrada en honor al corsario francés Robert Granville, quien luchó bajo la bandera argentina durante la guerra de independencia, esta corbeta fue construida en los astilleros franceses de DCN (Direction des Constructions Navales) en Lorient y entregada a la Armada Argentina en 1981. A lo largo de más de cuatro décadas, la ARA Granville participó en numerosas misiones, tanto en tiempos de paz como en momentos de tensión regional. Su destacada participación en ejercicios conjuntos con otras armadas, misiones de patrullaje y operaciones de vigilancia en las aguas territoriales argentinas subraya su relevancia en la preservación de la seguridad marítima del país. La nave también desempeñó un papel crucial en la protección de los recursos pesqueros y en la defensa de los intereses nacionales en el Atlántico Sur.

La nave, desempeñó un rol crucial en la Guerra de Malvinas de 1982, participando en operaciones de patrullaje y escolta en las desafiantes aguas del Atlántico Sur. Incorporada a la Armada Argentina un año antes del conflicto, su diseño antisubmarino la convirtió en un activo esencial para proteger convoyes y enfrentar amenazas submarinas británicas. A pesar de las adversidades, incluyendo la constante amenaza de submarinos y ataques aéreos, este buque y su tripulación mostraron valentía y profesionalismo, contribuyendo significativamente al esfuerzo militar argentino. Aunque Argentina fue derrotada, el legado de esta unidad naval es un testimonio de coraje y dedicación, perdurando como símbolo del honor naval argentino, incluso después de su arriado final de la insignia Patria.

El arriado final de la bandera de un buque militar simboliza el fin de su vida operativa y el retiro formal de la nave del servicio activo. En el caso de la ARA Granville, este acto no solo marca el final de una era para la corbeta, sino que también invita a la reflexión sobre su legado y su contribución a la historia naval argentina. La ceremonia se llevó a cabo con la solemnidad que corresponde a un momento de tal relevancia. Oficiales, suboficiales y marinos de diferentes generaciones se reunieron en la Base Naval Mar del Plata para presenciar el arriado de la bandera, un acto que es, en sí mismo, una despedida a un compañero de batallas y a una pieza fundamental de la historia naval. Entre los asistentes, se encontraban veteranos que sirvieron en la nave, quienes no pudieron evitar emocionarse al ver cómo el emblema que ondeó con orgullo en la corbeta durante tantos años era bajado por última vez.

La tarde estuvo cargada de anécdotas y recuerdos compartidos entre aquellos que tuvieron el privilegio de formar parte de la tripulación de la ARA Granville. Las historias sobre las misiones en altamar, las travesías por aguas turbulentas, y los momentos de camaradería que definieron la vida a bordo, fueron contadas con nostalgia y respeto. Cada relato era una pieza más en el mosaico de la historia de esta corbeta que, aunque hoy se despide de los mares, permanecerá en la memoria de todos aquellos que, de una forma u otra, fueron parte de su vida operativa.

Aunque la ARA Granville haya sido retirada del servicio, su legado perdurará en la historia de la Armada Argentina. Su contribución a la defensa del país y la protección de sus recursos naturales es innegable, y su nombre quedará grabado junto al de otros buques que, como ella, sirvieron con honor y valentía. El arriado final de la bandera de la ARA Granville no es solo el cierre de un ciclo, sino también un recordatorio del compromiso de la Armada Argentina con la defensa de la soberanía nacional. En el futuro, nuevas naves tomarán su lugar en los mares, pero la memoria de la Granville seguirá viva en la historia y en los corazones de quienes la conocieron.

La Base Naval Mar del Plata, como testigo de tantos momentos históricos, suma con esta ceremonia un nuevo hito a su larga tradición de servicio y lealtad al país. Así, el arriado de la bandera de la P-33 ARA Granville no es solo un final, sino también un homenaje a una nave que durante más de cuatro décadas cumplió con su deber, navegando con orgullo bajo la bandera argentina.