domingo, 9 de junio de 2024

NO LAS HEMOS DE OLVIDAR


Los años transcurridos desde el Conflicto del Atlántico Sur no hicieron más que reafirmar la causa nacional que defendieron nuestros Veteranos y quienes ofrendaron su vida por la Patria: las Malvinas son argentinas. Esposas, hijos y nietos mantienen hoy viva la llama que encendieron nuestros héroes hace más de cuatro décadas.




Laura Rodríguez es Vocera de Generación Malvinas del Centro de Veteranos de Guerra y Familiares de Caídos en Malvinas de Punta Alta.

Corría 1982 y el Cabo Primero Maquinista Humberto Rodríguez estaba en la guerra por nuestras Islas Malvinas. Lejos de su San Juan natal, era tripulante del destructor ARA “Piedrabuena”, unidad de la Flota de Mar que se desplegó desde la Base Naval Puerto Belgrano hacia las frías aguas del sur para cumplir con lo que la Patria le demandaba: defender nuestra soberanía.





Destructor ARA “Piedrabuena”.

En tierra había quedado su esposa Mirta, quien cursaba varios meses de embarazo, y sus dos hijos pequeños de 7 y 8 años.

Humberto volvió al continente en junio –como otros tantos combatientes– con cicatrices profundas en el alma que le impidieron poner en palabras sus vivencias de guerra. Recién allí conoció a sus gemelas: Laura y Marina, nacidas el 21 de mayo de ese año. Hasta ese momento lo acercaba a ellas solo el escueto texto de un telegrama: “Parto en salud bien; gemelas”.


El Suboficial Principal Maquinista VGM Humberto Rodríguez luego de 1982, de pase en la Base Naval Ushuaia.

La vida siguió y hace cinco años, el Suboficial Principal VGM (RE) Rodríguez abandonó este mundo, casi cuarenta años después del conflicto. Laura, una de las pequeñas nacidas en el ’82, abrazó desde entonces la causa Malvinas. Convertida en mujer quiso saber más; reconstruir para sí la guerra de la que su padre fue protagonista y generar lazos con quienes lo conocieron, con sus camaradas de a bordo, llenar los espacios vacíos dejados por los silencios profundos de su papá.

La tradicional vigilia de un 2 de abril la acercó, hace media década, al Centro de Veteranos de Guerra y Familiares de Caídos en Malvinas de Punta Alta. Pasada la Guerra, el silencio inicial se transformó en recuerdos de otros Veteranos sobre Humberto; también en reconocimientos y homenajes que se fueron multiplicando en cada ciudad y en cada pueblo argentino, con un hijo de su tierra que había ofrendado la vida por la Patria o que era testimonio viviente de la gesta.


Integrantes de Generación Malvinas participan de ceremonias junto a los Veteranos de Guerra.

Así –mientras calles, escuelas, aulas y plazas pasaron a llamarse como los hombres y mujeres que defendieron la causa Malvinas– en la memoria y el corazón de Laura, como en el de otras tantas esposas, hijos y nietos, germinó la necesidad imperiosa de levantar la misma bandera defendida en el Atlántico Sur, en el cielo y la turba malvinera.

Hoy, Laura es la vocera de Generación Malvinas del Centro y trabaja codo a codo con los Veteranos y con las nuevas generaciones que se acercan para realizar su aporte a una causa de la que no se debe permitir el olvido.

“Nosotros decimos que la guerra no la peleó sólo el Veterano, sino toda la familia en conjunto. Cada miembro de Generación Malvinas carga con una historia y nuestra función es la contención de los Veteranos que están hoy, que tenemos la suerte de tener contacto y de compartir con ellos, y de nosotros mismos, de nuestras familias”, aseguró.


Esposas, hijos y nietos mantienen viva la causa Malvinas.


Generación Malvinas depende de la Secretaría de Hijos con sede en Buenos Aires y cada uno de los grupos que funciona en el país está acompañado por algún Centro de Veteranos. “En un principio decíamos que nuestro objetivo era malvinizar como primera apuesta, pero hoy en día es acompañar a los Veteranos en lo que ellos necesitan”, destacó Laura.

Sus palabras reflejan orgullo y compromiso, contagian un sentimiento de admiración hacia su padre, pero también hacia quienes como él pusieron el cuerpo y el alma en el combate. “Nuestro deber es cuidarlos hoy, concientizar a la sociedad; desgraciadamente aún hay mucha ignorancia. Tenemos que cuidar el tema Malvinas, no solo de ayer sino también el de hoy y el que pretendemos a futuro. Nuestra función es seguir sembrando y cultivando la Gesta Malvinas, hasta la última persona que quede con ganas y con el sentimiento de Argentina”.

El mensaje de estos jóvenes que vivieron como familia de combatientes la dureza de la guerra es contundente: “Tenemos que integrar el tema a la sociedad, informar más. Cada Veterano tiene una historia distinta y su propia visión de lo que pasó, de lo que sintió; y cuando llegue el tiempo de que ellos no estén más físicamente, solo va a quedar lo que nos compartieron, nada más. En un libro de historia no te van a contar lo que ellos sintieron”, explicó Laura Rodríguez.






Actualmente los integrantes de Generación Malvinas colaboran con los integrantes del Centro en la remodelación del Museo Histórico “Gesta de Malvinas”.

Algunos hijos y nietos eligieron mantener viva la llama de Malvinas desde organizaciones; otros desde la intimidad, puertas adentro de sus hogares, a partir del relato de las vivencias que escucharon a sus padres, que recuerdan de sus primeros años y que hicieron propias, que los atravesaron.

Malvinas se convirtió en una causa que se vive día a día, más allá del pasar de los años, más allá de una fecha marcada en el calendario, porque permanece en la memoria, se transmite y se multiplica. Pero además porque es un homenaje a quienes combatieron y siguen resistiendo todos los días.

Las nuevas generaciones alzan su voz –desde el dolor y el orgullo– para grabar con tinta indeleble el recuerdo de su legado, con respeto, honor y la convicción de no claudicar ante una causa justa: “No las hemos de olvidar. Las Malvinas son argentinas”.

viernes, 7 de junio de 2024

CAPITAN DE NAVIO (R) JUAN JOSE MEMBRANA PILOTO NAVAL ANTISUBMARINO


Muchas gracias Capitán Membrana, en primer lugar por su servicio a La Patria, y luego por contarnos su experiencia de combate y más. Muy claro y didáctico en sus conceptos. Me quedaría horas escuchándolo. Chicos muchas gracias por otra entrevista espectacular.

Juan José Membrana tenía 29 años y siete años de experiencia en el manejo del Grumman S-2 Tracker, un avión de la Segunda Guerra Mundial especializado en la detección y ataque contra submarinos, causantes del hundimiento del ARA General Belgrano durante la Guerra de Malvinas. Hoy, 37 años después del final de la guerra, recordó en un reportaje cómo fueron los últimos combates. "Cuando una nación entra en combate lo hace con su juventud, con la gente más joven que está preparada y entrenada para realizar una acción de defensa de su territorio. Nosotros fuimos a recuperar Malvinas, con la menor cantidad de daño hacia la población. No hubo ningún isleño que sufriera heridas, más allá del shock emocional", reflexionó.

Durante los 74 días que duró la guerra, como parte de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, Juan José llevó a cabo 11 misiones de combate, incluido el último vuelo operativo de la guerra, en el que viajó a buscar a dos camaradas de la Fuerza Aérea, que el 13 de junio a la noche habían hecho la última misión de bombardeo. "El capitán Pastrán se pudo eyectar cuando su avión fue derribado y terminó prisionero de los británicos y el capitán Casado no pudo porque su asiento quedó averiado con el misil. Nosotros no sabíamos eso. La mañana del 14, volando en la zona del derribo nos enteramos de que Puerto Argentino había caído", contó el aviador en una entrevista.

La Escuadrilla comenzó operaciones de portaaviones el 23 de marzo de 1982, algunos días previos al inicio del conflicto, que se puso en marcha el 2 de abril. Membrana relató que el desembarco para tomar control de las islas los tomó por sorpresa, después de que la embarcación zarpó con sus escoltas y las fuerzas terrestres, sin saber cuál era su operación específica "Uno siempre tiene la incertidumbre cuando está por entrar en combate de si volverá, si será su último vuelo, pero eso se da en el momento anterior, en las horas previas. Cuando se sienta en el avión y va a cumplir una misión se crea como una visión tubular y se concentra para hacer lo que uno sabe hacer, no hay lugar para otra cosa".

 


CONFERENCIA DEL LICENCIADO JOSE ENREQUE GARCIA ENCISO


Todo esto se orquesto por los militres de EE:UU y que Galtiere viajo varias veces a EE.UU pero lo hicieron pisar el palito y asi termino en la guerra. Veo que ahora todos los oficiales retirados salen a hablar por que no hay a quien echarle la culpas. Si la culpa es de Anaya, Galtiere mas Lombardo que se niegan en primer momento y despues cumple la orden, y asi terminamos en una Guerra.