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En la conmemoración del bautismo de fuego de la fuerza, ocurrido durante la Guerra de Malvinas, el contralmirante Hugo Manuel Vives puso de manifiesto la falta de recursos de la Armada.
Con críticas por las constantes restricciones presupuestarias que afectan a la Armada Argentina desde la Guerra de Malvinas a la actualidad, el Comandante de la Aviación Naval, contralmirante Hugo Manuel Vives, expuso ayer las limitaciones que atraviesa la institución.
Las declaraciones se realizaron en medio de la celebración del Día de la Aviación Naval, realizada en la base aeronaval Comandante Espora, donde se conmemoró el bautismo de fuego de la fuerza. El 4 de mayo de 1982 dos aviones argentinos, en heroica maniobra, hundieron al destructor "HMS Sheffield", buque insignia de la Armada británica.
Luego de la entonación del himno nacional, el contralmirante Vives ofreció un discurso en el cual mencionó los hechos más relevantes de la fuerza y criticó la falta de recursos económicos que deben afrontar en el presente.
Aseguró que desde la Gesta de Malvinas a la actualidad las horas de vuelo se redujeron de 20.000 anuales en la década del '80, a 10.000 en los '90 y siempre por debajo de esa cifra en el inicio del nuevo milenio.
"¡Qué difícil se observa la realidad! Sin embargo, a este presente se lo vive con entusiasmo realista. Nuestros hombres y mujeres, pese a los embates y coyunturas, con la máxima dedicación encaran a diario cada desafío, administrando como corresponde el riesgo implícito, tratando de desenmascarar al permanente impostor: la incertidumbre", explicó.
También afirmó que la Armada ha estado signada por una disminución paulatina de recursos económicos para funcionar y operar.
"En síntesis, una historia de dificultades crecientes, entornos complicados y situaciones complejas", dijo.
Vives instó a los representantes de la fuerza "a mantener firme el timón, el Gran Almirante que nos observa desde las alturas desea que nosotros seamos hombres y mujeres de acero, aunque las circunstancias nos deparen tripular buques de madera".
Por último, sostuvo que ser proactivos ante esas circunstancias favorecerá "nuestras acciones futuras, especialmente cuando los recursos sean recibidos en tiempo y forma. Mantengamos ágiles nuestras mentes, la subordinación y el valor, fortalezcamos el criterio y el sentido común, no nos dobleguemos ante el relativismo que recrea permanentemente excusas. La defensa exige hechos concretos, no excusas", aseguró.
Tras el encendido discurso se realizaron ofrendas florales a los caídos en combate, para finalizar con la Marcha del Mar, que representa a la Armada.
Del acto participaron además el comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, contralmirante Gastón Erice; el director de Aviación de Ejército, general de brigada Ricardo Cundom; y el comandante de la III División del Ejército, general de brigada Ricardo Ruarte, así como ex combatientes y personal retirado de la fuerza.
También se hicieron presentes referentes el intendente de Coronel Rosales, Néstor Starc, y el secretario de Gobierno de Bahía Blanca, Fabián Lliteras.
Histórico. La guerra por la recuperación de las Islas Malvinas marcó un hito histórico para la Aviación Naval. En la mañana del 4 de mayo de 1982, un solitario avión de exploración, al límite de su vida operativa, detectó unidades inglesas al sudeste de Puerto Argentino.
Así logró proporcionar los datos para que una sección de aviones Super Etendard atacara al destructor "Sheffield". Dos aparatos provistos con misiles Exocet alcanzaron certeramente al buque, provocando su destrucción y hundimiento.
El empleo de misiles aire-superficie constituía hasta el momento una técnica de combate inédita. El gobierno de Londres, a partir de esa contienda, introdujo modificaciones radicales en la concepción de la defensa aérea.
Durante la guerra, la Aviación Naval realizó mil horas de vuelo y en 180 oportunidades tomó contacto con el enemigo.
Luego de aquella jornada, continuó produciendo bajas a las tropas del Reino Unido, hundiendo además al portacontenedores "Atlantic Conveyor" y las fragatas "Ardent" y "Argonaut". El portaviones "Invincible", en tanto, recibió varios impactos.
El país, durante la guerra, perdió alrededor de 600 hombres, 323 de los cuales perecieron durante el ataque al crucero "ARA General Belgrano".
Con críticas por las constantes restricciones presupuestarias que afectan a la Armada Argentina desde la Guerra de Malvinas a la actualidad, el Comandante de la Aviación Naval, contralmirante Hugo Manuel Vives, expuso ayer las limitaciones que atraviesa la institución.
Las declaraciones se realizaron en medio de la celebración del Día de la Aviación Naval, realizada en la base aeronaval Comandante Espora, donde se conmemoró el bautismo de fuego de la fuerza. El 4 de mayo de 1982 dos aviones argentinos, en heroica maniobra, hundieron al destructor "HMS Sheffield", buque insignia de la Armada británica.
Luego de la entonación del himno nacional, el contralmirante Vives ofreció un discurso en el cual mencionó los hechos más relevantes de la fuerza y criticó la falta de recursos económicos que deben afrontar en el presente.
Aseguró que desde la Gesta de Malvinas a la actualidad las horas de vuelo se redujeron de 20.000 anuales en la década del '80, a 10.000 en los '90 y siempre por debajo de esa cifra en el inicio del nuevo milenio.
"¡Qué difícil se observa la realidad! Sin embargo, a este presente se lo vive con entusiasmo realista. Nuestros hombres y mujeres, pese a los embates y coyunturas, con la máxima dedicación encaran a diario cada desafío, administrando como corresponde el riesgo implícito, tratando de desenmascarar al permanente impostor: la incertidumbre", explicó.
También afirmó que la Armada ha estado signada por una disminución paulatina de recursos económicos para funcionar y operar.
"En síntesis, una historia de dificultades crecientes, entornos complicados y situaciones complejas", dijo.
Vives instó a los representantes de la fuerza "a mantener firme el timón, el Gran Almirante que nos observa desde las alturas desea que nosotros seamos hombres y mujeres de acero, aunque las circunstancias nos deparen tripular buques de madera".
Por último, sostuvo que ser proactivos ante esas circunstancias favorecerá "nuestras acciones futuras, especialmente cuando los recursos sean recibidos en tiempo y forma. Mantengamos ágiles nuestras mentes, la subordinación y el valor, fortalezcamos el criterio y el sentido común, no nos dobleguemos ante el relativismo que recrea permanentemente excusas. La defensa exige hechos concretos, no excusas", aseguró.
Tras el encendido discurso se realizaron ofrendas florales a los caídos en combate, para finalizar con la Marcha del Mar, que representa a la Armada.
Del acto participaron además el comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, contralmirante Gastón Erice; el director de Aviación de Ejército, general de brigada Ricardo Cundom; y el comandante de la III División del Ejército, general de brigada Ricardo Ruarte, así como ex combatientes y personal retirado de la fuerza.
También se hicieron presentes referentes el intendente de Coronel Rosales, Néstor Starc, y el secretario de Gobierno de Bahía Blanca, Fabián Lliteras.
Histórico. La guerra por la recuperación de las Islas Malvinas marcó un hito histórico para la Aviación Naval. En la mañana del 4 de mayo de 1982, un solitario avión de exploración, al límite de su vida operativa, detectó unidades inglesas al sudeste de Puerto Argentino.
Así logró proporcionar los datos para que una sección de aviones Super Etendard atacara al destructor "Sheffield". Dos aparatos provistos con misiles Exocet alcanzaron certeramente al buque, provocando su destrucción y hundimiento.
El empleo de misiles aire-superficie constituía hasta el momento una técnica de combate inédita. El gobierno de Londres, a partir de esa contienda, introdujo modificaciones radicales en la concepción de la defensa aérea.
Durante la guerra, la Aviación Naval realizó mil horas de vuelo y en 180 oportunidades tomó contacto con el enemigo.
Luego de aquella jornada, continuó produciendo bajas a las tropas del Reino Unido, hundiendo además al portacontenedores "Atlantic Conveyor" y las fragatas "Ardent" y "Argonaut". El portaviones "Invincible", en tanto, recibió varios impactos.
El país, durante la guerra, perdió alrededor de 600 hombres, 323 de los cuales perecieron durante el ataque al crucero "ARA General Belgrano".
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