LANÚS, Argentina—Cuando el locutor Rubén Ramírez abrió las líneas en un programa reciente, un oyente llamado Luis se lanzó en una diatriba contra los productores de televisión que, en su opinión, tratan de convertir a la Guerra de las Malvinas en "entretenimiento".
El oyente estaba molesto porque los productores del programa Bailando por un Sueño habían tratado de celebrar el 30 aniversario de la derrota argentina ante el Reino Unido en el conflicto tratando de persuadir a un veterano argentino para que bailara con una nativa de las islas.
Nicolás Goldberg para The Wall Street Journal
Claudio Domínguez en frente de su casa en Berazategui, provincia de Buenos Aires.
"Espero que no encuentran un veterano desesperado por dinero, porque es una idea vergonzosa", indicó Ramirez, un ex infante de marina que participó en la guerra y que ahora discute lo sucedido en su programa "Malvinas y sus vivencias", que se transmite los jueves por la noche.
Unas dos decenas de veteranos de las Malvinas se han volcado a los programas de radio como una forma de lidiar con su trauma, a la vez que debaten los nuevos acontecimientos, como la reciente ofensiva de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para revivir las demandas de soberanía argentina sobre las islas y su llamado a un boicot de bienes ingleses y la prohibición de entrada de los barcos de las Malvinas a los puertos argentinos.
El martes, las Malvinas anunciaron planes para llevar a cabo un referendo entre sus 3.000 habitantes el próximo año sobre si deben seguir siendo territorio autónomo del Reino Unido. En años recientes, las islas han atraído el interés de las petroleras.
Los programas, con nombres como Malvinas, crónica de una causa justa y Así Peleamos en las Malvinas, usualmente se transmiten en estaciones poco conocidas. Las discusiones se hicieron más álgidas a medida que se acercaba el jueves, el aniversario de la rendición de Argentina después de un conflicto de 74 días que cobró la vida de 649 argentinos y 255 británicos.
Los programas resaltan el difícil proceso de adaptación de los veteranos después de la guerra. Un gobierno militar represivo movilizó a los veteranos, en su mayoría reclutas de origen humilde, en la invasión de las islas en 1982, en un intento de generar apoyo popular. Los líderes argentinos no creían que los británicos enviarían su propia fuerza de invasión para recuperar las islas. Las tropas argentinas quedaron con pocos recursos y un plan improvisado para enfrentar al ejército profesional británico.
"El problema de la postguerra fue peor que la guerra misma para muchos veteranos", dijo Alberto Dupen, un psicólogo que se especializa en tratar a los veteranos. Agregó que los programas de radio surgieron para llenar lo que hasta hace poco era un vacío de políticas para ayudar a los veteranos.
"La radio sirve como una especie de diván, pero puedes alcanzar a mucha más gente", dice Roque Juárez, un veterano que dirige el programa semanal Malvinas Desde Adentro, en la ciudad de Villa Mercedes.
Él asegura que aún sufre de insomnio y que por un tiempo tuvo pensamientos suicidas, pero hablar de sus experiencias al aire ha sido de gran ayuda.
Esteban Juan Tries, quien trabaja en un programa de asistencia para veteranos patrocinado por el gobierno de Buenos Aires y dirige un programa llamado Malvinas, Su Historia, recuerda que mientras los argentinos se agolparon en las calles para vitorear a las caravanas militares camino a las islas, los soldados que regresaron fueron ignorados. Dijo que encontró un trabajo después de ser dado de baja del servicio sólo cuando dejó de decirle a sus posibles empleadores que era un veterano.
"Había un mito sobre el 'loco veterano' que un día explotaría en la oficina", observó.
"Fuimos olvidados por todos, entonces nosotros tuvimos que construir nuestro propia red de apoyo" y la radio ha sido una herramienta importante de ello, señala Horacio Szerman, quien dirige un programa llamado Malvinas, punto de encuentro, en Caseros, en las afueras de la capital argentina. Szerman ha usado el programa para obtener mejor tratamiento médico y psicológico para los veteranos y pensiones decentes, demandas sobre las que los veteranos sólo han visto avances en los últimos años.
En su programa del jueves por la noche Destino Malvinas, el veterano de la marina Claudio Domínguez pasa de ser un tranquilo dueño de una heladería a convertirse en un vivaz y polémico locutor.
"No hay mayor traición que el hecho de que nuestros veteranos de guerra volvieron escondidos, devaluados, criticados, despreciados y discriminados", dice en la introducción al programa.
Domínguez regresó de la guerra en tan mala situación que durmió vestido por semanas, listo para un ataque. Aunque salió ileso de la guerra, recibió un disparo durante un robo mientras trabajaba como empleado postal.
Domínguez asegura que sólo pudo poner a descansar sus demonios de guerra en 2003, después de lanzar su programa en una emisora de Berazategui, un suburbio de Buenos Aires. "Ahora puedo desahogarme", expresó.
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