miércoles, 3 de agosto de 2016

PENDIENTE DE EJECUCION


Un sentido memorial que quedó a medio camino

Inaugurada en 2011, la obra concursada en 1986 resignó su parte más significativa y emblemática.





Mario R. Minervino

mminervino@lanueva.com

Un edificio blanco, de planta circular y revestimiento cerámico, se destaca en el cruce de las transitadas calles Cuyo y Zelarrayán, reconocido por los bahienses como "el monumento a Malvinas". Se trata en realidad de una obra inconclusa, cuyo "corazón y parte relevante" --la que serviría para la meditación y la memoria de la guerra de 1982-- nunca se construyó. El inmueble, que funciona como Centro Cultural, inaugurado en 2012, es parte del proyecto ganador de un concurso de ideas realizado en 1986 y cuya terminación está pendiente y olvidada.

La génesis

A punto de cumplirse cinco años de la guerra de Malvinas, en 1986, el capitán de Corbera (R) e ingeniero Manuel Orellano salió al cruce de la tendencia a la "desmalvinización" y formó la comisión Pro-Monumento, con la idea de crear una obra de valor simbólico-alegórico a la reivindicación de la Soberanía en las islas. Un año después se eligió el camino de cintura para su emplazamiento. En 1992 se llamó a concurso regional de anteproyectos pidiendo dos estructuras: un centro cultural y un tratamiento del área exterior.

Ganó la propuesta de los arquitectos Alejandro Bostal y Horacio Scabuzzo, con el conocido edificio circular, blanco y una plazoleta aledaña. La idea era una sola y se interpreta con el conjunto.

La plazoleta destinada a evocar a los caídos en combate jamás se materializó. Se trata de un espacio circular, en declive, con un piso de hormigón con la silueta de las islas. Una serie de rampas permitirían pasar del edificio a ese sitio, la cual aparecía rodeado por taludes de tierra, de modo de impedir la vista desde la calle y reforzar su calidad de espacio de reflexión. En su perímetro se ubicarían cordones de hormigón con los nombres de los caídos. Tambien habría símbolos de los cuatro elementos -- tierra, agua, fuego y aire--, simbolizando las islas, el tiempo y la memoria permanente. Una hilera de álamos, por último, rodearía el lugar y lo abría al sur, "al lugar de la reivindicación".

Algunas ideas

Los autores del pryecto ganador percibieron que la conmemoración tenía significados singulares para Bahía Blanca por la proximidad de los hechos. También consideraron lo conflictivo del acontecimiento en la sociedad, por lo que optaron por un proyecto que tuviera como elemento principal a los caídos: “En la elección de las formas evitamos toda referencia bélica, está despojado de significaciones directas sobre la contienda.

Los arquitectos plantearon dos objetivos. Por un lado, crear un espacio de recogimiento y reflexión para un episodio de lecturas múltiples. Por otro, homenajear a los caídos -militares y civiles-- porque existía un consenso general en homenajear a quienes habían dado su vida.

El monumento se inauguró el 2 de abril de 2011 y sus autores explicaron que no respetaba el diseño original. La obra a medio camino no deja de ser una metáfora del sentido conflicto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario